Los dividendos son buenos aliados de los inversores a largo plazo

Cien euros invertidos a finales de 1998 en una cartera de valores con la misma composición que la del índice IBEX-35 se habrían convertido, el 12 de junio de 2015, en 112 € considerando solo las plusvalías generadas por las acciones, pero en 213 € teniendo en cuenta las plusvalías y los dividendos.

El gráfico siguiente parte de 100 € invertidos en diciembre de 1998 y el valor que habrían tenido al final de cada año hasta 2014. El último dato corresponde al 12 de junio de 2015. La línea azul representa la evolución del IBEX-35 y la línea roja, la del IBEX-35 con dividendos incluidos.

ibex_dividendos_jun2015

En términos anuales, la plusvalía del IBEX-35 fue de solo el 0,7% anual en este período de 16 años y medio. En cambio, la rentabilidad fue del 4,7% anual. Es decir, prácticamente toda la ganancia de esta cartera se hubiera debido a los dividendos.

En este período, hubo dos largas crisis bursátiles, la de 2000-2002 y la de 2008-2012, aunque en 2009 hubo una fuerte recuperación que luego se esfumó. En medio de todas estas oscilaciones, en las que los precios de las acciones se han movido mucho para quedarse en el mismo sitio, los dividendos han supuesto un flujo más discreto pero más regular de dinero.

Es un dato que debería ser tenido en cuenta, especialmente en períodos de crisis, por parte de los inversores que invierten pensando solo en las plusvalías.

 

La importancia de los dividendos

¿Es rentable invertir a largo plazo?

 

 

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