El PER como criterio de selección: el BCN PER-30 y la cartera Contrarian

En una entrada anterior me he referido al índice BCN ROE-30 elaborado por la Bolsa de Barcelona. La misma institución calcula también el BCN PER-30 desde diciembre de 2000. Está compuesto por 30 de los 35 valores del IBEX 35 pero cada valor pondera según el nivel de su ratio PER en relación con el de los demás, de modo que las empresas más baratas, según este indicador, ponderan más. Se establece una ponderación máxima del 7%.

El ratio PER es la relación entre el precio y el beneficio por acción. Se considera que las acciones con bajo PER están infravaloradas, aunque este ratio tiene diversos inconvenientes, como no tener en cuenta el nivel de endeudamiento ni la calidad de los beneficios.

La composición y las ponderaciones del índice mencionado eran las siguientes el 1 de enero de 2018:

La composición el 6 de agosto de 2018 había variado del modo siguiente:

Al igual que el BCN ROE-30, el PER-30 no incluye dividendos. La plusvalía del índice se compara, pues, con la del IBEX 35 sin dividendos. Vemos que 100 € invertidos en el BCN PER-30 en diciembre de 2000 se habrían revalorizado hasta los 244,04 € en diciembre de 2017, mientras que si se hubieran invertido en el IBEX 35 habrían aumentado a 110,25 €.

En la tabla se observa que los primeros años del período fueron mucho más favorables para las acciones con bajo PER que los más recientes.

Desde marzo de 2006 calculo la Cartera Contrarian, que selecciona únicamente cinco empresas no financieras del IBEX 35, las cinco que tienen el PER estándar (que puede incluir beneficios extraordinarios) más bajo. Al igual que el BCN PER-30, se actualiza cada trimestre.

La Cartera Contrarian incluye dividendos. Normalmente la comparo con la rentabilidad media de las empresas no financieras del IBEX pero en esta ocasión lo haré con el IBEX 35 con dividendos. Los resultados para el período 2007-2017 se recogen en la tabla siguiente:

Vemos que en ese período, el BCN PER-30 ha superado a su referencia (el IBEX 35 sin dividendos) en un 14,8%, mientras que la Cartera Contrarian lo ha hecho en un 83,8% respecto a su referencia (el IBEX 35 con dividendos). Esto implica que en este caso una cartera más concentrada fue más rentable que una más diversificada.

 

¿Hasta dónde puede caer el IBEX 35?

El mundo económico y financiero está alarmado ante la deriva proteccionista del presidente Trump, y no es para menos. Recordemos que la causa principal de la Gran Depresión de 1929-1932 fueron las políticas proteccionistas adoptadas por políticos estadounidenses inconscientes. Por otro lado, estamos descubriendo el poder que ostenta un solo hombre en Estados Unidos, hasta el punto que ponemos en duda de que este país sea realmente una democracia.

Suponiendo que se consiga imponer un poco de cordura al señor Trump, que es lo que creo que acabará por suceder, la corrección del IBEX podría ser similar a la de 2016 en términos de valoración.

En el cuadro siguiente, vemos que el beneficio por acción del IBEX 35 ha aumentado un 34,8% entre 2012 y 2017 mientras que el índice solo se ha revalorizado un 16,2% entre diciembre de 2012 y el 22 de marzo de 2018. Es decir, el IBEX 35 está más barato ahora en términos de PER (relación entre el valor del IBEX y su beneficio por acción) que al final de 2012.

El siguiente cuadro indica los mínimos anuales del IBEX desde 2013 y el PER resultante en dichos mínimos. Para calcular el PER, me he basado en una media entre el beneficio por acción del año anterior y el del año en curso (salvo en el mínimo de 2017, que al haber sido en enero he utilizado el beneficio por acción de 2016). El PER más bajo se alcanzó el 27 de junio de 2016 en 13,04 veces, tres días después del referéndum a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

Si nos basamos solo en el beneficio por acción conocido en la fecha del mínimo, el PER el día 27 de junio de 2016 fue de 13,36 veces. Esto equivaldría a 8.840 puntos actuales en el IBEX 35, dado un beneficio por acción en 2017 de 661,58 puntos. Esa es la referencia a tener en cuenta. Por debajo de ese nivel, el IBEX 35 alcanzaría su valoración más baja desde la recuperación.

Los valores de más peso del IBEX 35 siguen teniendo trayectorias bajistas, que requieren un tiempo para resolverse. Es probable que estén bajo presión hasta el mes de junio o julio. Así que habrá que tener paciencia y no perder los nervios en el peor momento.

Qué fue de las diez “acciones ganga“ de abril de 2015

En abril la bolsa española estaba en sus máximos anuales. El día 8 de ese mes, un artículo del portal Estrategias de Inversión titulado Estas son las diez ‘acciones ganga‘ del Ibex 35 señalaba las acciones indicadas en el cuadro siguiente como las más baratas del selectivo en  base a la relación precio-beneficio (PER) según diversos brokers consultados.

Aunque en el artículo no se mencionaba, se entiende que se refería al PER estimado para 2015 y no al PER en base al beneficio por acción de 2014. Por ejemplo, OHL resultaba ser el segundo valor más barato con un PER estimado de 12,6 pero su beneficio por acción en 2014 fue de 0,233 €, por lo que el día 7 de abril el PER efectivo de la constructora era de 85 veces.

Algo más de siete meses más tarde, las diez acciones ganga perdían de media un 15,59% mientras que el IBEX-35 con dividendos perdía un 11,71%. Si tenemos en cuenta únicamente las cinco acciones más baratas según el PER estimado, la pérdida media era del 27,40%, con dividendos incluidos.

acciones ganga

El artículo advertía que solo cuatro de esas compañías tenían potencial alcista. Sin embargo, el concepto de “ganga“ suele ser interpretado por muchos inversores como sinónimo de gran potencial de revalorización, por lo que hay que extremar la prudencia cuando oigamos ese término aplicado a las acciones. Cuando un experto dice que una acción es una ganga no quiere decir necesariamente que recomienda su compra ni que considere necesariamente que la acción tenga un largo recorrido alcista. A veces los titulares pueden llevar a confusión.

Por otro lado, debemos tener cuidado al utilizar estimaciones de beneficio ya que eso lleva a valorar las acciones en función de un dato que todavía es desconocido.

Qué fue de “los 10 valores para ganar en 2014“

 

 

 

 

 

 

 

La paradoja del Santander: cae un 60% desde 2007 pero está al mismo precio que entonces

santanderEl precio en bolsa es un concepto relativo. Unas acciones que cuestan 100 € pueden estar más baratas que otras que valen 2 €. El precio absoluto no nos dice absolutamente nada.

El precio relativo no es otra cosa que la relación precio-beneficio (PER), es decir el precio en relación con el beneficio por acción. Y aún en este caso habría que comparar dicho precio relativo con otras variables, como la tasa de crecimiento de los beneficios, pero el PER nos dice realmente cuánto se está pagando por una acción.

En el año 2007 el Banco Santander batió su récord de beneficios con 9.060 millones de euros. Entonces su beneficio por acción fue de 1,32 €. Los títulos llegaron a cotizarse cerca de los 15 € en diciembre de 2007 pero el precio más frecuente en aquel entonces estaba alrededor de los 13 €. Es decir, su PER era de unas 10 veces. En otras palabras, podemos decir que su precio relativo era de 10.

En los doce meses entre septiembre de 2014 y septiembre de 2015, el banco obtuvo un beneficio neto atribuido de 7.396 millones de euros, no muy lejos del récord de 2007. Pero su beneficio por acción es ahora de 0,517 €, un 61% menos que en 2007. La razón son las continuas ampliaciones de capital que ha llevado a cabo. Al precio actual de 5 €, cotiza con un PER de 9,7 veces, prácticamente el mismo que en 2007.

Es decir, en este período su precio en términos absolutos ha caído alrededor de un 60% pero su precio relativo no ha variado.

Banco Santander: ¿ha sido una inversión rentable?

 

 

 

 

Ranking del PER de las empresas del IBEX

La tabla recoge la relación precio-beneficio (PER) de las empresas no financieras del IBEX según el beneficio por acción (BPA) acumulado entre el 30 de junio de 2014 y el 30 de junio de 2015. El BPA de Sacyr e Inditex es todavía el de 2014 porque ambas empresas tienen pendiente la publicación de sus resultados semestrales.

Se considera que cuanto menor es el PER de un valor, más barato está en términos relativos. Desde este punto de vista, Abengoa sería el valor más barato pero su PER no es significativo porque el beneficio acumulado debería dividirse por el nuevo número de acciones que haya tras la macro ampliación prevista. En cuanto al PER de Endesa, Abertis y Telefónica, está distorsionado debido a los elevados beneficios procedentes de operaciones interrumpidas, que no son recurrentes. Por su parte, el beneficio neto de ACS y Repsol contiene importantes plusvalías por ventas de activos, que tampoco son recurrentes.

Para saber el PER medio de las empresas del IBEX es preferible tomar el PER del valor que ocupa la posición media en el ranking, más que hacer la media aritmética, pues esta puede quedar distorsionada por los extremos. Así, el PER mediano resulta ser de 18,20 (la media del PER de Acciona y de DIA, al ser el número de empresas impar).

PER 21-08-2015

 

PER de los valores del IBEX en base al beneficio por acción de 2014, estándar y recurrente

La relación precio-beneficio (PER)

 

 

Las 9 estrategias desde enero de 2014

Estrategias_2013_2015La cartera más rentable desde principios de 2014 hasta hoy (5 de agosto de 2015) está siendo la Contrarian, que acumula casi un 40% con dividendos incluidos. Le siguen la Pragmática (38,6%), la Fusión (36,2%) y la Contrapunto (35,5%).

Las menos rentables están siendo la Valor y la Valor al alza, en parte debido a las bruscas caídas de Abengoa. A este respecto, conviene recordar que cada cartera se basa siempre en el mismo criterio, por lo que no es posible descartar un valor determinado mientras cumpla el criterio asignado, ya que en caso contrario se distorsionarían los resultados. Las empresas con problemas de solvencia, que es el caso de Abengoa, tienden a evolucionar bastante peor que la media, por lo que una estrategia puede complementarse con un criterio que consista en descartar una empresa si está entre las menos solventes del IBEX. La cartera Contrapunto nunca incluye una empresa de este tipo, pero las otras pueden incluir alguna de vez en cuando.

Desde la fecha de inicio de las 9 estrategias (el 31 de marzo de 2006) hasta diciembre de 2014, las más rentables fueron la  Fusión y la Contrapunto, ambas con más de un 16% anual de media. Le siguen la Doble Consenso, la Pragmática, la Término Medio, con alrededor de un 14% anual. La Valor al alza ganó un 12,65% anual, la Contrarian, un 10,24% anual y la Consenso Relativo, que es la más diversificada, un 9,25% anual. La menos rentable fue la Valor  con un 7,63% anual. Todas superaron al IBEX-35, que tuvo una rentabilidad con dividendos del 3,60% anual y a la principal referencia de las carteras, el IBEX Empresas (rentabilidad media de todas las empresas no financieras del IBEX), que ganó un 4,02% anual.

La cartera Valor  selecciona empresas infravaloradas a partir de un criterio (el Enterprise Value en relación al beneficio operativo) que la literatura financiera considera superior a la relación precio-beneficio o PER. Sin embargo, a pesar de sus muchos inconvenientes, el PER (criterio de la Contrarian) está resultando ser un ratio más simple pero más efectivo. La razón puede deberse a que los gastos financieros no se restan del beneficio operativo pero sí del beneficio neto, magnitud en que se basa el PER. En algunos casos, casi todo el beneficio operativo se va en pagar intereses de la deuda, lo cual distorsiona los ratios basados en el beneficio operativo.

Ranking por solvencia de las empresas del IBEX

La relación precio-beneficio o PER

 

 

La importancia del beneficio por acción

Qué adquirimos cuando compramos una acción

Cuando compramos una acción, compramos un derecho de propiedad sobre una empresa. Claro que el número de acciones es tan grande que no acabamos de sentirnos propietarios, al igual que al adquirir un terreno en España no nos sentimos propietarios del país.

Aunque realmente el derecho de propiedad sobre la empresa es lo menos importante. Por ejemplo, el capital social de Gas Natural está compuesto por casi exactamente mil millones de acciones. Así, una acción de Gas Natural me convierte en propietario de una mil millonésima parte de la compañía (en proporción, sería como poseer 504 m2 de territorio español en relación a la superficie total de España). Pero no sería propietario de los activos de la compañía sino de su patrimonio neto ya que al valor de los activos hay que restar el importe de las deudas. Si Gas Natural decidiera disolverse, devolvería a los accionistas su patrimonio neto, que al final de 2014 fue de 14.141 millones de euros. A cada acción le correspondería la mil millonésima parte de esta cantidad, o sea unos 14 €. Es lo que se conoce como valor contable.

Si pago 20 € por algo que vale 14 €, parece que estoy cometiendo una insensatez pero no necesariamente es así. De hecho, hay empresas, como Inditex, que cotizan a 9 veces su valor contable. En otro artículo he comentado que seguir la estrategia de comprar las empresas cuyo precio está más próximo a su valor contable no da resultados especialmente buenos.

Las empresas se valoran como negocios en marcha, lo que normalmente implica negocios en crecimiento. Se valoran por los beneficios que son capaces de generar, es decir como activos financieros, más que como activos reales por el patrimonio que poseen. Por eso sus acciones suelen valer más, o mucho más, de lo que indica su valor contable.

En vez de considerar las acciones como un derecho de propiedad sobre el patrimonio de una empresa, conviene más considerarlas como un derecho de propiedad sobre los beneficios. Pero no sobre los beneficios totales de la empresa sino sobre el beneficio que le corresponde a cada acción. Poco importa que una sociedad aumente sus beneficios un 20% si al mismo tiempo ha hecho una ampliación de capital en la que ha creado un 20% más de acciones, porque en este caso el beneficio que le corresponde a cada acción no habrá variado. Por tanto, podemos decir que una acción es un activo que da un derecho de propiedad sobre el beneficio que le corresponde.

Si bien al comprar una acción de Gas Natural solo soy propietario de la mil millonésima parte de la compañía, soy propietario del 100% del beneficio que corresponde a esa acción. Pero hay un acuerdo tácito entre el accionista y la empresa mutuamente ventajoso. Consiste en que la empresa solo paga al accionista una parte del beneficio por acción en concepto de dividendo y reinvierte la otra en la propia compañía para ser capaz de generar mayores beneficios y por tanto mayores dividendos en el futuro.

Poco importa que al comprar 500 m2 de terreno me sienta propietario de la mil millonésima parte de España sino saber que soy propietario de todo lo que puede producir ese terreno.

Cómo se calcula el beneficio por acción

El beneficio por acción es el beneficio después de impuestos dividido por el número de acciones.

A partir de aquí hay una serie de precisiones:

a) El beneficio neto a considerar es el «beneficio neto atribuido a la sociedad dominante». Cuando una empresa posee más del 50% de otra, debe consolidar las cuentas de la filial a las suyas. Es decir, debe sumar línea por línea todas las partidas del balance de situación y de la cuenta de resultados a su propio balance de situación y su propia cuenta de resultados. Esto hace que se apunte beneficios que en realidad no le corresponden. Por ejemplo, si la empresa A (matriz o dominante) tiene el 70% de una sociedad B (filial o dependiente), se apunta el 100% de sus beneficios, por lo que al final de la cuenta de resultados la empresa A debe descontar el 30% de los beneficios de la B. Son los intereses minoritarios. Si la empresa B ha tenido pérdidas, entonces los intereses minoritarios son positivos porque en este caso la matriz se habrá apuntado un 30% de pérdidas de la B que no le correspondían.

b) El beneficio neto atribuido a la sociedad dominante (abreviado generalmente como beneficio neto atribuido o atribuible) puede incluir beneficios derivados de «operaciones interrumpidas». Cuando una empresa vende (o se dispone a vender) una parte de su negocio, debe contabilizar los resultados obtenidos durante el año de esa línea de negocio (así como los beneficios o pérdidas obtenidos en la enajenación) en un renglón aparte, bajo la denominación de operaciones interrumpidas. Se hace para indicar al accionista que en el futuro ya no obtendrá beneficios (o pérdidas) de una de sus líneas de negocios. Eso no significa necesariamente que en el futuro los beneficios vayan a ser menores. Si la sociedad utiliza los beneficios obtenidos para entrar en un segmento de mercado más rentable o en el que puede ser más eficiente, los beneficios futuros pueden aumentar con mayor rapidez. Dependerá del acierto que hayan tenido los gestores al sustituir una línea de negocio por otra.

c) El resultado neto que no procede de operaciones interrumpidas forma lo que se denomina «resultado de operaciones continuadas». Pero no hay que confundirlo con beneficio recurrente, ya que puede incluir plusvalías obtenidas por la venta de inmovilizado (por ejemplo un edificio o una instalación) o por la venta de activos financieros (por ejemplo, plusvalías obtenidas al vender una participación en otra empresa).

En definitiva, hay que tener en cuenta que el beneficio por acción incluye todos los posibles resultados extraordinarios que ha obtenido la empresa durante el ejercicio.

Diferencia entre beneficio por acción informado y beneficio por acción efectivo

El beneficio por acción informado es el que proporciona la sociedad en su cuenta de resultados. Para su cálculo, toma en consideración el «número medio ponderado de acciones en circulación». Si la sociedad ha aumentado capital durante el ejercicio, no se tiene en cuenta el número de acciones existentes en el momento de calcular el beneficio por acción sino el número medio ponderado. Por ejemplo si en enero el capital social tenía 1.000 acciones y en octubre tenía 1.100 acciones debido a una ampliación de capital (o también debido al pago de dividendos en acciones), a efectos del cálculo del beneficio por acción se considera que durante nueve meses (de enero a septiembre) hubo 1.000 acciones y durante tres meses (de octubre a diciembre) hubo 1.100 acciones. El número medio ponderado sería (1.000 x 9) + (1.100 x 3), todo ello dividido por 12, lo cual da 1.025 acciones.

Si la sociedad ha comprado acciones propias (por ejemplo para sostener la cotización en bolsa, para repartirlas entre los empleados, para reducir capital etc.) esas acciones (lo que se llama autocartera) no cuentan en el reparto del beneficio ni del dividendo porque no están en circulación.

El beneficio neto atribuido dividido por el número medio ponderado de acciones en circulación nos da el beneficio por acción básico.

Las normas contables obligan a las empresas a indicar también el beneficio por acción diluido, que es el dato que realmente nos interesa. Para calcularlo, se tienen en cuenta acciones que todavía no están en circulación pero que se sabe que lo estarán en un futuro próximo debido a la existencia de bonos convertibles en acciones, planes de remuneración en acciones para empleados etc. Normalmente hay muy poca diferencia entre el beneficio por acción diluido y el básico, salvo en algunos bancos, ya que estos pueden tener en marcha elevadas emisiones de bonos convertibles.

El beneficio por acción efectivo que indico en la tabla (y que utilizo en el cálculo de la relación precio beneficio) es el beneficio neto atribuido dividido por el número efectivo de acciones (y no la media ponderada) más el número de acciones con efectos potencialmente dilutivos.

Beneficios por acción de los valores del IBEX-35

 

 

PER de los valores del IBEX-35

 

El PER o relación precio beneficio es el precio dividido por el beneficio por acción. Cuando menor es el PER, más barata se puede considerar la acción.

PER negativo: la entidad ha obtenido pérdidas en el último período considerado.

La importancia del beneficio por acción

Evolución del beneficio por acción de los valores del IBEX-35

 

Rentabilidad de los valores del IBEX-35

2013

2014

2015

 

La relación precio-beneficio

Qué es la relación precio-beneficio

La relación precio-beneficio es el ratio bursátil más conocido y utilizado. Suele conocerse por las siglas PER, del inglés Price-Earnings Ratio. Es el resultado de dividir el precio por el beneficio por acción.

Podemos encontrar el beneficio por acción anual en las dos últimas líneas de la cuenta de resultados consolidada anual (o «cuenta de pérdidas y ganancias consolidada») que las sociedades cotizadas deben remitir a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Este documento lo podemos encontrar en la página web de la entidad y en la de la CNMV.

Si usted compra una acción de una sociedad por 20 euros y el beneficio por acción de esa sociedad es de 2 euros, su acción le convierte en propietario de 2 euros de los beneficios de la empresa. Eso no significa que la sociedad vaya a pagarle 2 euros por cada acción. Usted acepta que la entidad le pague una parte, por ejemplo la mitad, en forma de dividendos y que reinvierta la otra parte para poder incrementar beneficios, y por tanto los dividendos, en el futuro.

Cuando tenemos el beneficio por acción, calcular el PER es muy sencillo. Basta dividir el precio de la acción por esa magnitud.

El PER nos da una idea de si la acción está cara o barata. A diferencia de los bienes corrientes, el precio de una acción no nos dice nada. Unas acciones a 100 euros pueden estar más baratas que otras a 2 euros. En bolsa, el precio es relativo y esa relatividad nos la da el PER. Si las acciones de 100 euros tienen un beneficio por acción de 10 euros, su PER será de 10 veces. Si las acciones de 2 euros tienen un beneficio por acción de 0,1 euros, su PER será de 20 veces. Esto significa que las que valen 2 euros son el doble de caras que las que valen 100 euros porque al comprar las de 2 euros, uno está pagando 20 veces el beneficio que corresponde a cada acción mientras que si uno compra las de 100 euros sólo paga 10 veces por el mismo concepto.

¿Es el PER un buen criterio de selección?

Para poner a prueba este criterio, cada semestre acabado el 31 de marzo y el 30 de septiembre seleccioné los siete valores del IBEX-35 con un PER menor y calculé su rentabilidad en los siguientes seis meses. En los semestres acabados el 31 de marzo, tomé el beneficio por acción correspondiente al año anterior. En los semestres acadabdos el 30 de septiembre, el beneficio por acción acumulado desde el segundo semestre del año anterior hasta el primer semestre del año corriente.

Los resultados pueden verse en la columna 7 de la tabla siguiente.

Fecha inicial

Fecha final

IBEX-35

Media 35 valores

7 valores con

menor PER

100,0 €

100,0 €

100,0 €

31 mar-2006

30 sep-2006

11,2%

111,2 €

9,2%

109,2 €

18,6%

118,6 €

30 sep-2006

31 mar-2007

14,7%

127,5 €

19,0%

129,9 €

22,1%

144,8 €

31 mar-2007

30 sep-2007

1,3%

129,2 €

-6,4%

121,6 €

-2,6%

141,0 €

30 sep-2007

31 mar-2008

-7,7%

119,3 €

-10,7%

108,7 €

-9,0%

128,3 €

31 mar-2008

30 sep-2008

-15,1%

101,3 €

-19,2%

87,7 €

-22,2%

99,8 €

30 sep-2008

31 mar-2009

-26,8%

74,1 €

-26,1%

64,9 €

-23,1%

76,8 €

31 mar-2009

30 sep-2009

55,5%

115,2 €

60,3%

104,0 €

95,9%

150,5 €

30 sep-2009

31 mar-2010

-5,6%

108,8 €

-3,5%

100,4 €

-5,5%

142,2 €

31 mar-2010

30 sep-2010

-0,2%

108,6 €

-7,5%

92,9 €

-10,8%

126,9 €

30 sep-2010

31 mar-2011

3,2%

112,0 €

13,3%

105,2 €

32,6%

168,3 €

31 mar-2011

30 sep-2011

-16,4%

93,7 €

-20,5%

83,6 €

-15,7%

141,9 €

30 sep-2011

31 mar-2012

-3,4%

90,5 €

-1,1%

82,7 €

-0,8%

140,8 €

Como puede observarse, cada 100 euros invertidos siguiendo este criterio de selección se hubieran convertido en 140,8 euros seis años después, significativamente más que los 82,7 euros de una cartera con los 35 valores del índice (media de referencia) o los 90,5 euros de una cartera con la misma composición y ponderaciones del IBEX-35.

En términos anuales, una cartera que al principio de cada semestre contara con los 7 valores con menor PER del índice hubiera generado una rentabilidad media del 5,86% anual frente a una pérdida del 3,11% anual de una cartera con los 35 valores y una pérdida del 1,66% anual del IBEX. Esto supone una ventaja de casi el 9% anual respecto a la media de referencia.

Hay que destacar, además, que en nueve de los doce semestres la estrategia fue más rentable que la media de referencia.

Podemos concluir, por tanto, que utilizar la relación precio-beneficio como criterio de selección produce resultados notables y que permite a un inversor sin demasiados recursos tener una cartera con pocos valores de la que se puede esperar una rentabilidad superior a la del índice de referencia.

La selección de valores en base a este criterio hubiera escandalizado a cualquier experto

El 30 de septiembre de 2007, de los siete valores seleccionados cuatro pertenecían al sector de la construcción y dos eran bancos. Una maravilla de cartera para afrontar el inicio de la doble crisis: la de la construcción y la financiera.

El 31 de marzo de 2008, un ferviente defensor de esta estrategia se hubiera empeñado en mantener tres constructoras y un banco en su cartera. No hubiera descartado una constructora y un banco debido a sus temores por lo que se estaba viniendo encima sino a que dichos valores habían descendido puestos en la clasificación del PER.

El 30 de septiembre de 2008, en plena tormenta financiera, hubiera liquidado totas las constructoras y el banco que tenia en cartera en el semestre precedente, no por la que estaba cayendo sino porque se habian vuelto a encarecer en términos relativos por PER.

El 31 de marzo de 2009, poco después de que la crisis financiera alcanzar su punto culminante, hubiera elegido cuatro entidades financieras (Mapfre incluida). Una cartera muy bien diversificada para los tiempos que corrían…

El 31 de marzo de 2010, en la segunda embestida de la doble crisis, hubiera seleccionado tres constructoras y tres entidades financieras, seis valores (sobre un total de siete) expuestos a los sectores más delicados.

A pesar de todo, hubiera obtenido nueve puntos anuales de ventaja sobre el mercado. Algo que casi ningún gestor profesional pudo conseguir, lo que demuestra que un pequeño capital gestionado por un inversor sin prejuicios puede obtener mejores resultados que un gran capital administrado con las teorías más sofisticadas.

Otras estrategias a examen:

El rendimiento por dividendo

La relación entre el precio y el valor contable

Los «perros» de la bolsa

La rentabilidad sobre recursos propios

La relación precio-beneficio