El dividendo sostenible de Endesa en 2017 y 2018

Es posible que Endesa distribuya a cargo de 2017 un importe en dividendos superior al de sus beneficios, por lo que es importante conocer qué parte de la remuneración debemos considerar en el cálculo del rendimiento por dividendo.

El rendimiento debe basarse en los pagos ordinarios o recurrentes ya que un inversor suele esperar una renta estable o creciente de sus inversiones. Por otro lado, es preciso recordar que las reservas de una empresa son propiedad de los accionistas y que cuando una empresa echa mano de las reservas está reduciendo el patrimonio neto. En el fondo, entrega al accionista un dinero que este ya tenía en la empresa. Aunque el efecto de esta decisión no sea fácil de cuantificar, reduce el valor intrínseco de la acción.

El dividendo a cargo del ejercicio 2016 de Endesa ha sido de 1,333 €, que coincide al 100% con el beneficio por acción de la compañía en 2016. En diciembre de 2016 descontó 0,7 € y el 29 de junio el complementario por 0,633 €. Un incremento significativo respecto al de 2015, cuando fue de 1,026 €.

Endesa descuenta el dividendo a cuenta en diciembre pero lo abona en enero del año siguiente, descuenta el complementario en junio y lo abona en julio.

La eléctrica ha previsto un dividendo mínimo de 1,32 € con cargo a 2017. Previsiblemente, repartirá un pago a cuenta en enero de 2018 por un importe de 0,70 € y el complementario en julio de 2018 por 0,62 €.

La propia empresa prevé, y algunos analistas creen que es posible, que el pago podría elevarse a 1,37 €. En este caso la eléctrica distribuiría 1.450 millones de euros. Sin embargo, espera un beneficio neto atribuido de 1.400 millones de euros este año, lo que representa 1,32 € por acción, justo el dividendo mínimo que pretende repartir con cargo al ejercicio 2017.

Si el beneficio por acción fuera de 1,32 € y el dividendo de 1,37 €, esos 0,05 € de diferencia irían a cargo de reservas. Aunque seguramente la empresa declararía el importe total como pago ordinario, en realidad habría que considerar el dividendo como compuesto de un ordinario de 1,32 € y de un extraordinario de 0,05 €. Por tanto, el rendimiento por dividendo debería calcularse en base a 1,32 € y no al pago efectivo de 1,37 €.

Si el beneficio por acción quedara por debajo de las previsiones y fuera, por ejemplo, de 1,25 €, y el dividendo fuera de 1,32 €, la diferencia de 0,07 € debería considerarse como pago extraordinario y el dividendo a considerar en el rendimiento debería ser de 1,25€.

El objetivo de obtener un beneficio por acción de 1,32 € en 2017 no va a ser fácil según ha declarado la propia compañía, aunque esta se ha mostrado confiada en que podrá alcanzarlo. Va a depender de la demanda de energía a lo largo de este segundo semestre y de la evolución de los costes de la electricidad, que en parte vienen condicionados por la metereología. Si la pluviosidad y la eolicidad son favorables, aumentará el componente de energías renovables en el mix de generación, las cuales son más baratas que el carbón o el ciclo combinado.

Cuando una empresa distribuye el 100% de sus beneficios, carece de margen para mantener o aumentar el dividendo y queda más expuesta a condiciones adversas. En el caso de Endesa, mantener un dividendo sostenible depende en cierta medida, pero literalmente, del tiempo que haga.

Para los ejercicios 2018 y 2019 Endesa ha previsto igualmente repartir el 100% de su beneficio neto atribuido. Los objetivos son que el dividendo a cargo de 2018 sea de 1,42 € (a repartir en 2019) y el de 2019, de 1,57 € (a repartir en 2020). Como en 2017, habrá que comparar las remuneraciones con los beneficios por acción.

Con esto no estoy desaconsejando las acciones de Endesa sino que solo he querido aclarar la diferencia entre dividendo ordinario y extraordinario en los casos en que una remuneración es declarada íntegramente como ordinaria cuando en realidad tiene un componente que no lo es.

 

“Todo sobre los dividendos“, ahora también en versión impresa

Todo sobre los dividendos, el primer número de la colección Monografías Invesgrama, está disponible en versión impresa en Amazon gracias a la plataforma Kindle Direct Publishing.

La monografía también se encuentra disponible en formato ebook en Kindle Amazon.

La primera edición salió en septiembre de 2017. En junio de 2020 publiqué la segunda edición.

La monografía empieza explicando lo esencial pero es también un estudio sobre las ventajas de los dividendos para los inversores a largo plazo y contiene análisis sobre estrategias de selección basadas en el rendimiento por dividendo.

Demuestra los efectos a largo plazo de la reinversión de dividendos y los compara con los del interés compuesto. Asimismo, explica por qué los dividendos protegen contra la inflación mientras que los intereses se deprecian con la misma.

Prueba que las acciones, habitualmente llamadas títulos de renta variable, son en realidad títulos de renta creciente cuando una cartera está bien diversificada.

Analiza la evolución a largo plazo (últimos 25 y 50 años) de los dividendos en la bolsa española y en la estadounidense, tanto en términos nominales como reales, así como la rentabilidad del IBEX TOP Dividendo y del Dow Jones High Yield Select 10, ambos desde 2007.

Aunque los valores con elevado rendimiento por dividendo, en conjunto, suelen hacerlo mejor que el mercado, no siempre es así, de modo que he dedicado un capítulo a explicar cuándo comprar acciones por su dividendo y cuándo no.

Incluye también un estudio sobre los valores del IBEX 35 desde enero de 2006 hasta mayo de 2020, presentado como un juego. Para cada año hay un ranking de los valores del IBEX 35 ordenados según su rendimiento el 1 de enero (o sea, en base al precio de cierre del año anterior). Seguidamente hay una “tabla de pistas“ que indica gráficamente la situación de cada empresa en una serie de ratios financieros para ayudar al lector a hacer su propia selección de valores. A continuación se encuentra una tabla con la rentabilidad de cada valor al finalizar el año, de modo que el lector podrá calcular el resultado de su cartera, y un resumen con la rentabilidad media de las acciones del IBEX 35 divididas en grupos según su rendimiento al inicio del año.

El capítulo final recoge una serie de conclusiones sobre qué grupo ha sido más rentable (los valores con rendimientos más altos, medios, etc.) en el período de enero de 2006 a diciembre de 2019, así como el resultado que se obtiene cuando en la selección de acciones aplicamos además un filtro basado en la estabilidad de los beneficios. También se analiza si los dividendos protegen en los ciclos bajistas.

Incluyo capturas de pantalla de algunas de las páginas. En la edición de junio de 2020 figura, además, el análisis de 2018 y 2019, así como la selección para 2020 y los resultados hasta el 20 de mayo de 2020.

 

 

 

Ranking de rendimiento por dividendo de los 55 valores más negociados

Ayer publiqué un cuadro con los dividendos y otras remuneraciones de los valores del IBEX 35 de carácter ordinario pagados en los últimos doce meses. Hoy publico la misma información para los 20 valores que forman el IBEX Medium Cap, así como su rendimiento por dividendo según los precios del 13 de septiembre alrededor de las 13h30.

Tres valores del Medium Cap no han pagado dividendo en los últimos doce meses, que son precisamente los que se han incorporado recientemente: Neinor Homes, Pharma Mar y Prosegur Cash. Otros cuatro valores han pagado un único dividendo: Almiral, Applus, CAF y NH Hoteles. Prosegur pagó además un dividendo extraordinario de 0,10 € en diciembre de 2016.

La tabla siguiente ordena los valores del IBEX 35 y del Medium Cap según su rendimiento ordinario. Los valores del IBEX 35 están encuadrados en azul y los del Medium Cap en amarillo.

El rendimiento medio de los 35 valores del IBEX 35 es del 3,27% mientras que el de los 20 valores del Medium Cap es sensiblemente inferior, del 2,50%. Mayor diferencia aún hay cuando tomamos como referencia el rendimiento mediano (el rendimiento del valor que ocupa la posición media en el respectivo ranking), que es del 3,71% para el IBEX 35 y de solo el 2,04% para el IBEX Medium Cap.

En el ranking conjunto de los 55 valores, el rendimiento medio es del 2,95%. A diferencia de lo que ocurre en los rankings por separado, el rendimiento mediano coincide con el medio, pues es también del 2,95%.

“Todo sobre los dividendos”, primer número de las Monografías Invesgrama

Acabo de iniciar una nueva colección de libros bajo el nombre de Monografías Invesgrama que tratarán temas específicos del mundo de la inversión. Estarán disponibles tanto en formato ebook, a través de Kindle Amazon y de iBooks de Apple, como en versión impresa en Amazon gracias a la plataforma Createspace Independent Publishing.

 

El primero de ellos es Todo sobre los dividendos: conceptos, ventajas, estrategias y resultados y también se encuentra disponible en tapa blanda en Amazon.

En iBooks se encuentra en formato ebook para dispositivos Apple (iPad, iPhone y Mac).

En Kindle Amazon se puede previsualizar la mayor parte del primer capítulo.

La monografía empieza explicando lo esencial pero es también un estudio sobre las ventajas de los dividendos para los inversores a largo plazo y contiene análisis sobre estrategias de selección basadas en el rendimiento por dividendo.

Demuestra los efectos a largo plazo de la reinversión de dividendos y los compara con los del interés compuesto. Asimismo, explica por qué los dividendos protegen contra la inflación mientras que los intereses se deprecian con la misma.

Prueba que las acciones, habitualmente llamadas títulos de renta variable, son en realidad títulos de renta creciente cuando una cartera está bien diversificada. 

Analiza la evolución a largo plazo (últimos 25 y 50 años) de los dividendos en la bolsa española y en la estadounidense, tanto en términos nominales como reales, así como la rentabilidad del IBEX TOP Dividendo y del Dow Jones High Yield Select 10, ambos desde 2007.

Aunque los valores con elevado rendimiento por dividendo, en conjunto, suelen hacerlo mejor que el mercado, no siempre es así, de modo que he dedicado un capítulo a explicar cuándo comprar acciones por su dividendo y cuándo no.

Incluye también un estudio sobre los valores del IBEX 35 desde 2006 hasta 2017, presentado como un juego. Para cada año hay un ranking de los valores del IBEX 35 ordenados según su rendimiento el 1 de enero (o sea, en base al precio de cierre del año anterior). Seguidamente hay una “tabla de pistas“ que indica gráficamente la situación de cada empresa en una serie de ratios financieros para ayudar al lector a hacer su propia selección de valores. A continuación se encuentra una tabla con la rentabilidad de cada valor al finalizar el año, de modo que el lector podrá calcular el resultado de su cartera, y un resumen con la rentabilidad media de las acciones del IBEX 35 divididas en grupos según su rendimiento al inicio del año.

El capítulo final recoge una serie de conclusiones sobre qué grupo ha sido más rentable (los valores con rendimientos más altos, medios, etc.) en el período de enero de 2006 a junio de 2017, así como el resultado que se obtiene cuando en la selección de acciones aplicamos además un filtro basado en la estabilidad de los beneficios. También se analiza si los dividendos protegen en los ciclos bajistas.

Incluyo unas capturas de pantalla de la versión ebook para Amazon relativas a la parte correspondiente al estudio del IBEX 35 tal como se ven en un ipad.

 

A continuación, el índice completo de la monografía.

Prólogo

1. Lo esencial sobre los dividendos

1.1. Qué son los dividendos

1.2. Tipos de dividendos

Dividendo a cargo de resultados y dividendo a cargo de reservas

Dividendo ordinario y dividendo extraordinario

Dividendo a cuenta y dividendo complementario

Dividendo pagado durante el ejercicio y dividendo a cargo del ejercicio

Dividendo en efectivo y dividendo en especie

1.3. El rendimiento por dividendo

1.4. El pay-out

1.5. La política de dividendos

1.6. La fecha de descuento y la fecha de pago

1.7. La absurda teoría sobre “la irrelevancia de los dividendos“

1.8. Cómo encontrar información sobre dividendos

1.9. El pago de dividendos con acciones, ¿el timo de la estampita?

Aceptar el regalo

Rechazar el regalo

Ventajas de aceptar o de rechazar el regalo

Los programas de dividendo opcional

2. Los impuestos sobre los dividendos y cómo reducirlos

2.1. Efecto de los impuestos sobre los dividendos

2.2. La fiscalidad sobre los dividendos

2.3. Cómo reducir los impuestos sobre los dividendos

3. La reinversión de dividendos, una poderosa herramienta

3.1. Dividendos que generan más dividendos

3.2. Interés compuesto y reinversión de dividendos teniendo en cuenta la inflación

3.3. El inversor en dividendos no teme perder

3.4. El inversor en dividendos prefiere la volatilidad

3.5. Para reinvertir tienes que vender

4. Las extraordinarias ventajas de los dividendos

4.1. Siempre están ahí

4.2. Son más estables de lo que suele creerse

Caso de la bolsa española

Caso de la bolsa estadounidense

4.3. Suelen aumentar a lo largo del tiempo

Caso de la bolsa española

Caso de la bolsa estadounidense

4.4. Suponen el 40% de la rentabilidad a largo plazo de las acciones

4.5. Protegen contra la inflación mejor que el oro

4.6. Sirven como criterio para seleccionar acciones

5. Indices con elevado rendimiento

5.1. Bolsa española: el IBEX Top Dividendo

Definición

Dónde encontrarlo

Rentabilidad

5.2. Bolsa de Nueva York: el High Yield Select 10

6. Cuándo comprar acciones por su dividendo y cuándo no

6.1. La estabilidad y el crecimiento de los beneficios

6.2. La rentabilidad sobre los recursos propios y ajenos

6.3. La solvencia

7. El juego de los dividendos

7.1. Descripción del juego

7.2. Algunas explicaciones complementarias

7.3. Las reglas del juego

7.4. Las pistas

8. Primera partida: 2006

8.1. El IBEX al principio de 2006

8.2. El ranking de 2006

8.3. Las pistas para 2006

8.4. Los resultados de 2006

8.5. Resumen de 2006

9. Segunda partida: 2007

9.1. El IBEX al principio de 2007

9.2. El ranking de 2007

9.3. Las pistas para 2007

9.4. Los resultados de 2007

9.5. Resumen de 2007

10. Tercera partida: 2008

10.1. El IBEX al principio de 2008

10.2. El ranking de 2008

10.3. Las pistas para 2008

10.4. Los resultados de 2008

10.5. Resumen de 2008

11. Cuarta partida: 2009

11.1. El IBEX al principio de 2009

11.2. El ranking de 2009

11.3. Las pistas para 2009

11.4. Los resultados de 2009

11.5. Resumen de 2009

12. Quinta partida: 2010

12.1. El IBEX al principio de 2010

12.2. El ranking de 2010

12.3. Las pistas para 2010

12.4. Los resultados de 2010

12.5. Resumen de 2010

13. Sexta partida: 2011

13.1. El IBEX al principio de 2011

13.2. El ranking de 2011

13.3. Las pistas para 2011

13.4. Los resultados de 2011

13.5. Resumen de 2011

14. Séptima partida: 2012

14.1. El IBEX al principio de 2012

14.2. El ranking de 2012

14.3. Las pistas para 2012

14.4. Los resultados de 2012

14.5. Resumen de 2012

15. Octava partida: 2013

15.1. El IBEX al principio de 2013

15.2. El ranking de 2013

15.3. Las pistas para 2013

15.4. Los resultados de 2013

15.5. Resumen de 2013

16. Novena partida: 2014

16.1. El IBEX al principio de 2014

16.2. El ranking de 2014

16.3. Las pistas para 2014

16.4. Los resultados de 2014

16.5. Resumen de 2014

17. Décima partida: 2015

17.1. El IBEX al principio de 2015

17.2. El ranking de 2015

17.3. Las pistas para 2015

17.4. Los resultados de 2015

17.5. Resumen de 2015

18. Undécima partida: 2016

18.1. El IBEX al principio de 2016

18.2. El ranking de 2016

18.3. Las pistas para 2016

18.4. Los resultados de 2016

18.5. Resumen de 2016

19. Duodécima partida: 2017

19.1. El IBEX al principio de 2017

19.2. El ranking de 2017

19.3. Las pistas para 2017

19.4. Los resultados de 2017

19.5. Resumen de 2017

20. Decimotercera partida: 2018

20.1. El IBEX al principio de 2018

20.2. El ranking de 2018

20.3. Las pistas para 2018

20.4. Los resultados de 2018

20.5. Resumen de 2018

21. Decimocuarta partida: 2019

21.1. El IBEX al principio de 2019

21.2. El ranking de 2019

21.3. Las pistas para 2019

21.4. Los resultados de 2019

21.5. Resumen de 2019

22. Decimoquinta partida: 2020

22.1. El IBEX al principio de 2020

22.2. El ranking de 2020

22.3. Las pistas para 2020

22.4. Los resultados de 2020 (hasta el 20 de mayo)

22.5. Resumen de 2020

23. Conclusiones

23.1. Invertir en los valores con mayor rendimiento: resultado global

23.2. Invertir en los valores con mayor rendimiento y beneficios estables

23.3. ¿Protegen los dividendos en los ciclos bajistas?

Sobre el autor

 

 

Enagás anticipa el dividendo que pagará en 2021

La compañía de distribución de gas cotizada en el IBEX 35 ha presentado hoy (18 de julio de 2017) los resultados del primer semestre de 2017. Este año la compañía ha pasado a consolidar las cuentas de su participada chilena GNL Quintero, que antes contabilizaba por el método de puesta en equivalencia. Sin tener en cuenta el cambio contable, el resultado neto de Enagás ha crecido un 1,6% respecto al primer semestre de 2016. Para el conjunto de 2017, espera que dicho incremento sea del 5%.

Este mismo porcentaje es el que espera la compañía aumentar su retribución anual al accionista en los próximos cuatro años. A cargo de 2017 prevé pagar 1,46 €. Dado que suele pagar el 40% del dividendo como pago a cuenta en diciembre y el 60% como pago complementario en julio, previsiblemente abonará 0,584 en diciembre de este año y 0,876 € en julio de 2018.

A cargo de 2020 prevé una remuneración de 1,68 €, de modo que en en diciembre de 2020 pagaría 0,672 € y en julio de 2021 1,008 €.

Enagás está por debajo del precio que tenía hace tres años (25,32 € el 30 de julio de 2014). A ese precio, el rendimiento por dividendo era del 5,13% (4,15% neto). A los precios actuales de 23,7 € el rendimiento bruto es del 6,16%, prácticamente un 5% neto.

El máximo histórico fue alcanzado el 29 de enero de 2015 en 28,45 €. En ese momento, el rendimiento bruto fue del 4,60% (3,72% neto).

La consolidación de GNL Quintero no afecta apenas al valor contable de las acciones de Enagás. Sin dicha consolidación, el patrimonio neto de la sociedad sería de 2484,5 millones de euros, de los cuales 2.470 millones corresponden a los accionistas de la gasista y 14,5 millones a intereses minoritarios. Tras la consolidación, el patrimonio neto ha pasado a ser de 2860,5 millones de euros, pero de estos 387,8 millones corresponden a intereses minoritarios, principalmente de GNL Quintero, de modo que el patrimonio neto atribuido es de 2472,7 millones de euros. Dado que el capital social está dividido en 238,7 millones de acciones, esto nos da un valor contable de 10,36 €.

Al consolidar GNL Quintero, Enagás ha tenido que sumar el 100% de la deuda de su participada a la suya propia. De todos modos, la compañía ha reducido de forma significativa su propia deuda financiera y según ha comunicado, su deuda financiera relativa en términos de EBITDA (beneficio de explotación antes de restar amortizaciones) ha pasado de 5,2 veces a 4,9 veces. En contrapartida, el coste neto de su deuda financiera ha pasado del 2,3% al 2,8% como consecuencia de consolidar la sociedad chilena.

 

Una cartera de dividendos garantizados

billetesUna manera de invertir en bolsa consiste en comprar acciones de empresas con dividendos muy estables y sin que a uno le preocupe la evolución futura de las cotizaciones en el mercado. Esta filosofía de inversión se basa en la simple premisa de que la política de remuneración al accionista de las empresas sólidas no depende del comportamiento del precio de sus títulos.

A lo largo de la larga crisis bursátil que ha vivido el mercado español desde mediados de 2007, y que para muchos valores parece no haber terminado, un buen número de empresas nacionales ha seguido retribuyendo a sus accionistas cada año. Se trata de Abertis, Acerinox, ACS, BME (ahora fuera del IBEX), Enagás, Ferrovial, Gas Natural, Iberdrola, Inditex, Red Eléctrica, Repsol, Técnicas Reunidas, Telefónica y Viscofán.

logo-vector-inditexDe entre estas, un selecto grupo ha incrementado el dividendo a lo largo de dicho período: Enagás, Inditex, Red Eléctrica y Viscofán.

En los últimos meses, algunas cotizadas han querido ir más allá y se han atrevido a adelantar el importe del dividendo que pagarán en los próximos años. Es el caso de Red Eléctrica, Endesa, Enagás y Gas Natural.

logo-reeRed Eléctrica anunció en abril de 2016 su objetivo de elevar el beneficio por acción entre un 5% y un 6% anual entre 2016 y 2019 y el dividendo un 7% anual en el período 2015-2019. En 2014 repartió un dividendo (ajustado por split) de 0,75 € mientras que con cargo a 2015 repartió 0,8025 €, justo un 7% más. Según estas previsiones, el beneficio por acción de 2019 estará entre 1,36 € y 1,41 € en 2019 y el dividendo a cargo de 2019 (y que presumiblemente se repartirá en enero y julio de 2019) será de 0,98 €. Esto significa que el payout (porcentaje del beneficio que se paga como dividendos) estará entre el 70% y el 72%, que es el objetivo de la empresa.

Endesa mejoró recientemente su previsión de beneficio neto para 2017 hasta los 1400 millones de euros, frente a una previsión anterior de 1.300 millones. A cargo de 2015 pagó 1,025 € repartidos entre enero y junio de 2016. Para 2016 ha anunciado un fuerte incremento de la remuneración al accionista de la que el próximo 29 de diciembre de 2016 descontará 0,70 € (aunque el pago se realizará el 2 de enero de 2017). En tanto que el beneficio por acción esperado para 2016 es de 1,22 € y en tanto que la compañía tiene intención de distribuir el 100% del beneficio, en junio de 2017 correspondería abonar 0,52 € de dividendo complementario. A cargo de 2017 ha anticipado una remuneración de al menos 1,32 € y para los ejercicios 2018 y 2019 espera pagar 1,42 y 1,57 € respectivamente. En 2019, el beneficio por acción esperado es de 1,60 €.

logo-enagasEnagás pagó un dividendo a cargo de 2015 de 1,32 € y prevé pagar 1,39 € y 1,46 € a cargo de 2016 y 2017 respectivamente, lo que supone un incremento medio anual del 5%. Enagás paga el dividendo a cuenta del ejercicio corriente en diciembre y el complementario en junio. Dado que el 20 de diciembre de 2016 descontó 0,556€ de dividendo a cuenta de 2016, el dividendo a pagar en junio de 2017 será presumiblemente de 0,834 €.

Gas Natural ha anunciado cifras más modestas, se supone que ante las fallidas previsiones de su último plan estratégico. Prevé incementar el beneficio neto a un ritmo del 4% anual hasta 2020, año en que obtendría un beneficio neto de 1800 millones de euros. El dividendo previsto es de un mínimo de 1€ a cargo de los años 2016 a 2018, la misma cantidad abonada a cargo de 2015. Hay que tener en cuenta que en septiembre de 2016 la compañía ya abonó 0,33 € a cuenta del ejercicio 2016. Al igual que Enagás, prevé situar su payout en un 70%. Según se deduce de las previsiones de la compañía, el beneficio por acción podría alcanzar 1,80 € (frente a 1,50 € de 2015), de modo que el dividendo a cargo de 2020 podría ser de 1,26€. Es posible que algunos dividendos adopten la forma de «scrip dividend», que se trata de una ampliación de capital gratuita en la que se da opción a los accionistas a suscribir nuevas acciones, vender los derechos de suscripción correspondientes o recibir un dividendo en efectivo.

Una cartera compuesta por estos cuatro valores estaría muy concentrada en el sector energético. Sin embargo, una cartera orientada a generar dividendos crecientes no tiene por qué limitarse a dichos títulos. Otras sociedades no garantizan un importe determinado pero su dividendo está prácticamente garantizado. Por otro lado, una cartera puede producir una renta estable, incluso creciente, sin necesidad de que todas y cada una de las empresas que la componen remunere a sus accionistas cada año. Puede suceder que una compañía opte por no abonar dividendo un año para reforzar su situación financiera o para llevar a cabo inversiones. Endesa, Grifols o Mediaset son casos de empresas que dejaron de pagar dividendos uno o dos años para volver a abonarlos a continuación.

Un inversor en bolsa a largo plazo no se queda sin cobrar ningún año (artículo en InBestia)

 

 

Reinversión de dividendos: cómo doblar el capital con unas acciones que no suben

Las acciones de Bolsas y Mercados Españoles (BME) acabaron el año 2015 prácticamente al mismo precio que en 2006. Sin embargo, un inversor que hubiera adquirido acciones de esta compañía a finales de 2006 casi habría duplicado su capital nueve años más tarde si tenemos en cuenta la reinversión de los dividendos netos en acciones de la misma empresa.

En el cálculo indicado en la tabla siguiente he considerado un impuesto del 19% sobre los dividendos brutos, que es el tipo impositivo actual, y que los ingresos obtenidos con los dividendos netos se destinan a comprar más acciones.

Por ejemplo, supongamos que partimos de 1.000 acciones en diciembre de 2006. A lo largo de 2007, BME pagó 0,969 € netos por título, de modo que hubiéramos ingresado 969 €. Con este dinero habríamos podido comprar 21 acciones al final de 2007, pues estas cotizaban a 46,6 €. Si hubiéremos hecho esto cada año, al final de 2015 habríamos comprado 840 acciones únicamente con los dividendos percibidos. La rentabilidad acumulada habría sido del 82,41%. Si el precio de las acciones de BME hubiera acabado 2015 exactamente al mismo precio que en el momento de adquirirlas en 2006, la rentabilidad acumulada habría sido del 84%, es decir, igual al incremento porcentual del número de acciones.
BME 2007-2015

Hasta el año 2014, los primeros 1.500 € de rentas de dividendos estaban exentos de tributar. Si el conjunto de nuestra cartera de valores no hubiera excedido de este importe, habríamos dispuesto de la totalidad del dividendo bruto para reinvertirlo, salvo en 2015. En este caso, la rentabilidad acumulada de las acciones de BME habría sido del 106,8%, que representa un 8,4% en tasa anual.

Parte de esta ganancia se debió a la elevada volatilidad de las acciones de BME. Veamos qué hubiera ocurrido si dichas acciones no hubiesen variado de precio a lo largo de todo el período. La rentabilidad acumulada habría sido del 57,56%, tal como se indica en la tabla siguiente.

BME1

¿Y qué hubiera ocurrido si las acciones de BME hubieran sido aún más volátiles? La rentabilidad habría sido más elevada porque en aquellos años en los que las acciones hubieran estado más hundidas habríamos podido comprar muchos más títulos gracias a la reinversión de los dividendos. En el caso hipotético de que las acciones hubieran evolucionado del modo descrito en la tabla siguiente, la rentabilidad habría sido del 112,65% (o sea, 100 € invertidos en 2006 se habrían convertido en 212,65 € en 2015).

BME2

Lo curioso es que un inversor que hubiese tenido la constancia de reinvertir sistemáticamente los dividendos en un mercado altamente volàtil habría ganado más que si las acciones se hubieran revalorizado cada año un 3% de manera estable.

La tabla siguiente muestra cómo habrían evolucionado 100 € invertidos en unas acciones que hubiesen partido del mismo precio inicial que BME y que hubiesen pagado los mismos dividendos, en el caso hipotético de que el precio hubiese aumentado un 3% año tras año. Si bien el precio al final de 2015 habría sido de 40,53 € (de modo que se habrían revalorizado un 30%), la rentabilidad de las acciones habría sido menor que si estas no hubiesen subido al final del período pero hubiesen sido muy volátiles. La explicación es que con un precio muy estable el número de títulos que es posible comprar mediante la reinversión de dividendos es inferior al que se puede adquirir en los momentos de pánico.

Moraleja: vale la pena ser constante en un mercado inconstante.

BME 3

 

 

Impuestos sobre dividendos: cómo afectan a la rentabilidad de las acciones

¿Qué repercusión tienen los impuestos sobre dividendos en la rentabilidad de las acciones?

La manera de verlo es comparar la rentabilidad bruta de unas acciones con la que efectivamente obtiene un inversor. Voy a utilizar los casos de Enagás, Iberdrola y Telefónica entre los años 2007 y 2015 (un total de nueve años) para contestar a esta pregunta. Aunque hasta hace poco existía una exención de impuestos por los primeros 1.500 euros de dividendos, supondré que a lo largo de todo el período un inversor hubiera pagado una tasa impositiva del 19%, que es la actual. También supondré que el inversor no vende las acciones, de modo que no paga impuestos sobre plusvalías.

A fin de poder hacer comparaciones homogéneas entre acciones, hay que considerar que los dividendos se reinvierten en acciones de la misma empresa que paga dichas rentas. Esto implica que los dividendos se utilizan para comprar más acciones. Se trata, por tanto, de una rentabilidad compuesta.

Existen dos maneras de calcular una rentabilidad compuesta. La primera es hacer un índice de rentabilidad, con un valor inicial de 100 puntos (o la cantidad que se desee), que pueden representar igualmente 100 €. Cada año se suma el rendimiento por dividendo y la plusvalía para obtener la rentabilidad total de ese año. Si la rentabilidad ha sido del 5%, entonces el índice pasa a ser de 105 (100 x 1,05). Si el año siguiente la rentabilidad es del 9%, entonces el nuevo valor del índice es 105 x 1,09 = 114,45. De esta manera las rentabilidades de cada año no se suman sino que se multiplican, lo que quiere decir que estamos reinvirtiendo las ganancias del año anterior.

La segunda manera, más intuitiva pero de cálculo algo más complejo, es ver cómo evoluciona el número de acciones que tenemos. Veamos el ejemplo de Enagás que recoge la tabla siguiente (los dividendos indicados corresponden a los importes pagados durante el ejercicio).

Empecemos por suponer que no hay impuestos sobre los dividendos. Partimos, por ejemplo, de mil acciones en diciembre de 2006, que entonces tenían un valor global de 17.620 €. En 2007 Enagás pagó un dividendo bruto de 0,471 €, de modo que habríamos ingresado 471 €. Como al final de 2007, los títulos de la empresa valían 19,99 €, con el importe de los dividendos habríamos podido comprar unas 24 acciones (en las tablas, las cantidades en acciones aparecen sin decimales porque no se puede comprar un número fraccionado de acciones pero los cálculos incorporan decimales para mayor exactitud).

Como en 2008 hubiéramos tenido 1024 títulos de Enagás y la empresa pagó cerca de 0,6 € brutos de dividendo, ese año habríamos ingresado unos 612 €, con los que habríamos adquirido 39 nuevas acciones a un precio de 15,56 €. De este modo, al final de 2008 ya hubiéramos tenido 1063 acciones. Haciendo esto año tras año, al final de 2015 habríamos acumulado 1547 acciones, cuyo valor hubiera sido de 40.216 €. El incremento de los 17.620 € originales a los 40.216 € del final del período da un resultado de 128,24%.

Enagas dividendos

Con un impuesto del 19% sobre los dividendos, el capital final habría sido de 37.081 €, un incremento neto del 110,45%.

Haciendo el cálculo a través de un índice de rentabilidad, vemos que 100 € de 2006 se habrían convertido en 228,24 € en 2015 sin impuestos y en 210,45 € después de impuestos. O sea, un incremento del 128,24% en términos brutos y del 110,45% en términos netos, cifras que coinciden con las anteriores. Es decir, con impuestos habríamos ganado 110,45 €, un 14% menos de lo que habríamos podido ganar sin impuestos.

Desde el punto de vista del número de acciones, sin impuestos habríamos llegado a 2015 con 1547 títulos mientras que a causa de los impuestos habríamos obtenido 1426 títulos.

Veamos otro caso en el que la mayor parte de la rentabilidad se ha debido a los dividendos, como es el de Iberdrola.

En este caso, los 100 € originales se hubieran transformado en 125,41 € sin impuestos y en 115,14 € después de impuestos. Es decir, la ganancia después de impuestos hubiera sido de 15,14 €, un 40% menos de lo que habríamos ingresado sin impuestos. La razón es que la rentabilidad de las acciones fue positiva gracias a los dividendos mientras que el precio de las mismas cayó de los 8,28 € a los 6,55 €.

Hay que tener en cuenta que en diciembre de 2014, Iberdrola pagó el dividendo correspondiente a enero de 2015 para beneficiar al accionista a efectos fiscales, de aquí la gran diferencia entre el dividendo de 2014 y el de 2015.

Iberdrola dividendos

Finalmente, veamos lo que habría ocurrido con las acciones de Telefónica, que han tenido un rendimiento por dividendo muy alto a lo largo de prácticamente todo el período pero que han experimentado un fuerte retroceso en bolsa.

En este caso, los impuestos sobre los dividendos hubieran borrado las exiguas ganancias que hubiera sido posible obtener sin impuestos.

Telefónica dividendos

La tabla siguiente indica la rentabilidad anualizada en el período considerado, antes y después de un impuesto del 19% sobre los dividendos. En Enagás e Iberdrola, el impuesto resta un 1% anual a la rentabilidad pero en el caso de Iberdrola ese 1% representa casi la mitad de la rentabilidad que hubiera sido posible obtener sin impuestos.

resumen dividendos1

En un próximo artículo hablaré sobre cómo es posible duplicar el capital en nueve años gracias a los dividendos con unas acciones que no suben.

 

 

Rentabilidad de la cartera “total return“ de Goldman Sachs

El 27 de marzo de 2015, el banco de inversión estadounidense Goldman Sachs recomendaba “19 acciones para comprar ahora“ (19 stocks to buy now) para su cartera “total cash return basket“, enfocada en entidades con dividendos atractivos y/o que iban a llevar a cabo programas de recompra de acciones propias. Esto último se considera beneficioso para el accionista en tanto que eleva el beneficio por acción al haber menos títulos en circulación. La mayoría de las sociedades seleccionadas pagan dividendos trimestrales.

En un contexto en el que el mercado acumulaba importantes subidas en los últimos años y los inversores estaban preocupados por la disminución del ritmo de crecimiento de los beneficios de las empresas americanas, Goldman Sachs recomendaba concentrarse en compañías con liquidez abundante como protección ante una posible caída de los resultados empresariales a lo largo de 2015 y apostaba a que dicha selección batiría al índice de referencia del mercado, el S&P 500.

El resultado de la cartera desde el 27 de marzo de 2015 hasta el 12 de enero de 2016 se indica en la tabla siguiente. Puede apreciarse que la plusvalía media de las 19 acciones de la cartera de Goldman Sachs fue negativa en un 5,41%, un 0,52% mejor que la referencia. Cuando medimos la rentabilidad de la cartera, es decir, con dividendos incluídos, el resultado de la misma es casi idéntico al del S&P500 con dividendos.

De los 19 títulos, once han tenido rentabilidad negativa, que en cinco casos supera el 15%. Solo dos empresas han destacado en el lado positivo, con ganancias cercanas al 20%.

Al menos de momento, parece que “buscar protección“ no es la mejor manera de superar al mercado.

Cartera Goldman Sachs

 

 

 

 

Invertir a largo plazo y la importancia de los dividendos: el Dow Jones entre 1965 y 2014

Este artículo salió publicado originariamente en inBestia con el título Un inversor en bolsa a largo plazo no se queda sin cobrar ningún año.

El Dow Jones Industrials, conocido también como Dow Jones 30, es el índice más seguido del mundo. Está formado por 30 de las mayores empresas de Estados Unidos y a pesar de su nombre también incluye algunas entidades financieras.

Uno de los grandes temores de los accionistas es que sus empresas pierdan dinero y que por este motivo tengan que suprimir el dividendo. Esto ocurre de vez en cuando pero una cartera suficientemente diversificada prácticamente elimina ese riesgo.

En el gráfico siguiente he indicado los dividendos y el beneficio por acción (expresados en función del valor del Dow Jones) en el período 1965-2014. Los dividendos son las columnas en verde oscuro y los beneficios por acción las columnas en verde claro. Se puede apreciar cómo en algunos años los beneficios desaparecen mientras que destaca la evolución escalonada de los dividendos.

Dow1965-2014c

En 1982 los beneficios de las empresas del Dow Jones cayeron un 92%, los dividendos solo un 4%. En 1991 pasó algo parecido: los beneficios disminuyeron un 71% mientras que las remuneraciones a los accionistas bajaron un 8%. El tercer peor año para las grandes corporaciones americanas fue 2007, con una reducción de beneficios del 72%, pero ese mismo año los dividendos aumentaron un 12% y al siguiente un 6%.

Desde 1961 hasta 2014 (54 años), los beneficios de las empresas del Dow Jones han caído respecto al año anterior en 17 ocasiones mientras que los dividendos solo lo han hecho en 9 años. Solo en 2009 la reducción fue superior al 10%, concretamente de un 12%.

Pongamos que en diciembre de 1984 alguien hubiera comprado un fondo de inversión cuya composición hubiera sido la misma que la del índice Dow Jones. En los 30 años siguientes habría asistido al crac de 1987, a la crisis de 1990 con la invasión de Kuwait, al desplome de 1998 como consecuencia de la crisis asiática y la suspensión de pagos de Rusia, al estallido de la burbuja tecnológica, a la larga serie de escándalos contables y a los atentados del 11-S en 2000-2002 y a la crisis financiera de 2007-2009.

En el gráfico siguiente he reexpresado la serie de los dividendos para que tenga el mismo valor de partida que el Dow Jones en 1965. Además, he usado una escala proporcional para que los cambios se vean más reales. Puede observarse la línea de crecimiento casi continuo de los dividendos que cruza la volátil línea que representa al índice.

Dow 1965-2014b2

En las últimas tres décadas solo habría visto disminuir su renta vía dividendos en 1991 (un 8%), en 1992 (un 1%) y en 2009 (un 12%). A pesar de toda la volatilidad, este inversor habría obtenido una renta con muy pocos altibajos y casi siempre creciente. Su renta habría aumentado un 6,4% anual en términos nominales y un 3,7% anual en términos reales (pues la inflación media en este período fue del 3,7% anual).

Si uno es capaz de dejar a un lado las oscilaciones del mercado, valorará su capital por lo que este es capaz de darle y no por el precio que el mercado dé a sus acciones. Al igual que el hecho de que una casa aumente o baje de precio no proporciona más o menos cobijo y comodidad, el hecho de que unas acciones suban o bajen no afecta a la renta que nos proporcionan.

 

 

 

Invertir en oportunidades de dividendo internacionales

El debate sobre si es buena estrategia invertir en acciones de alto rendimiento por dividendo siempre está abierto. Vale la pena revisar de vez en cuando datos que nos puedan dar alguna luz sobre ello. Con este objetivo, he tomado un índice muy representativo, el S&P International Dividend Opportunities (oportunidades de dividendo internacionales).

Este índice está compuesto por 100 acciones con alto rendimiento por dividendo de países de todo el mundo excepto los Estados Unidos (ya que está orientado a inversores estadounidenses que desean diversificar en acciones internacionales). Forma parte de la familia de índices S&P Dow Jones. Se encuentra en versión índice de precios, en cuyo caso el ticker es SPGTDOU, y en versión índice de rentabilidad (con dividendos incluidos), siendo el ticker en este caso SPGTDOUT.

En la selección de las acciones se aplican unos filtros de calidad. Se descartan aquellas cuyo elevado rendimiento por dividendo se debe a causas excepcionales, como una caída excesiva en el precio de la acción. También se exige un beneficio por acción positivo antes de partidas extraordinarias y un crecimiento positivo de los beneficios en los últimos tres años. Asimismo, se requiere una evolución estable o al alza de los dividendos en los últimos tres años, aunque esta norma puede flexibilizarse en tiempos de crisis.

En lo que respecta a las acciones de mercados asiáticos, se aplica un filtro ético de acuerdo con el cual se eliminan las empresas que tengan una exposición de al menos un 5% a alcohol, juegos de azar, tabaco y productos derivados del cerdo.

La capitalización mínima de las empresas debe ser de 1.000 millones de dólares y el capital flotante mínimo (capital que circula libremente en bolsa, o sea que no está en manos de accionistas de control) debe ser de 300 millones de dólares para acciones de mercados emergentes y de 600 millones de dólares para acciones de mercados desarrollados.

El rendimiento se calcula mediante el cociente del dividendo pagado en los últimos 12 meses y el precio de la acción en la fecha de la actualización del índice. El índice se actualiza dos veces al año, en enero y en julio. Fue lanzado el 25 de enero de 2008 pero se ha calculado su rentabilidad desde 2005.

Este semestre, los países con mayor número de acciones en el índice son: Australia (19), China (11), Canadá (11) y Reino Unido (10). Solo hay una acción del mercado español.

Las acciones ponderan según el nivel de su rendimiento por dividendo. Actualmente los diez títulos principales suponen el 27,8% del índice y son los siguientes:

Canadian Oil Sands Limited
Baytex Energy Corp.
Crescent Point Energy Corp
Vodafone Group
Royal Dutch Shell PLC
Whitecap Resources Inc.
Berkeley Group Holdings Plc
Sainsbury (J)
Fortescue Metals Group
TOTAL SA

Los sectores más representados son energía (24,9%), finanzas (24,2%) y servicios públicos (15,1%).

Para comparar la evolución del índice International Dividend Opportunities me he basado en el FTSE-All World ex US, un índice que comprende acciones de gran y mediana capitalización de todos los países del mundo excepto Estados Unidos.

La tabla siguiente recoge la rentabilidad con dividendos en dólares de los dos índices a comparar. Puede verse que el Dividend Opportunities batió al FTSE-All World ex US en la mitad de los años pero lo hizo peor en la otra mitad y que el resultado final fue casi idéntico al de su referencia. En términos anuales, ambos índices dieron una rentabilidad del 5,9% anual.

SPGTDOUTEste resultado no confirma la bondad del rendimiento por dividendo como criterio de selección. Es similar al que se desprende de una cartera con los 7 valores con mayor rendimiento del IBEX-35 en el período 2006-2012. Por el momento parece que una cartera basada en acciones con alto rendimiento por dividendo bate al mercado durante unos períodos pero no lo hace en otros y que por término medio tiende a generar una rentabilidad parecida a la del índice de referencia.

En el caso del International Dividend Opportunities un problema añadido puede ser su elevada diversificación, pues es muy difícil batir al mercado con una cartera compuesta por cien títulos. Sin embargo, su composición, que ha pasado por algunos filtros de calidad como los antes indicados, puede servir de base para hacer una subselección en base a un criterio adicional.

Por ejemplo, el índice no discrimina las acciones según su pay-out (porcentaje que representa el dividendo en relación al beneficio por acción), de modo que podrían eliminarse aquellas con un pay-out demasiado alto, ya que no suele ser positivo que una empresa pague una proporción demasiado elevada de sus beneficios en concepto de dividendos.

El hecho de que el rendimiento por dividendo no sea un buen criterio de selección de acciones por sí mismo no implica que los dividendos no sean importantes, pues estos suponen una parte significativa de la rentabilidad total de las acciones.

Los dividendos son buenos aliados de los inversores a largo plazo

La importancia de los dividendos

Una cartera con los 7 valores con mayor rendimiento del IBEX-35 (2006-2012)

 

 

 

Los dividendos son buenos aliados de los inversores a largo plazo

Cien euros invertidos a finales de 1998 en una cartera de valores con la misma composición que la del índice IBEX-35 se habrían convertido, el 12 de junio de 2015, en 112 € considerando solo las plusvalías generadas por las acciones, pero en 213 € teniendo en cuenta las plusvalías y los dividendos.

El gráfico siguiente parte de 100 € invertidos en diciembre de 1998 y el valor que habrían tenido al final de cada año hasta 2014. El último dato corresponde al 12 de junio de 2015. La línea azul representa la evolución del IBEX-35 y la línea roja, la del IBEX-35 con dividendos incluidos.

ibex_dividendos_jun2015

En términos anuales, la plusvalía del IBEX-35 fue de solo el 0,7% anual en este período de 16 años y medio. En cambio, la rentabilidad fue del 4,7% anual. Es decir, prácticamente toda la ganancia de esta cartera se hubiera debido a los dividendos.

En este período, hubo dos largas crisis bursátiles, la de 2000-2002 y la de 2008-2012, aunque en 2009 hubo una fuerte recuperación que luego se esfumó. En medio de todas estas oscilaciones, en las que los precios de las acciones se han movido mucho para quedarse en el mismo sitio, los dividendos han supuesto un flujo más discreto pero más regular de dinero.

Es un dato que debería ser tenido en cuenta, especialmente en períodos de crisis, por parte de los inversores que invierten pensando solo en las plusvalías.

 

La importancia de los dividendos

¿Es rentable invertir a largo plazo?