Las cuentas de Bolsas y Mercados Españoles (BME) en 2018

Bolsas y Mercados Españoles (BME), el gestor de los mercados bursátiles de España, obtuvo un beneficio por acción de 1,63 € en 2018, un 11% menos que en 2017.

Según BME, excluyendo partidas excepcionales, el beneficio neto se redujo un 8,5%.

Se trata de una compañía de elevada calidad pero los resultados muestran un claro estancamiento, algo de esperar de una compañía que reparte prácticamente todo su beneficio en forma de dividendos. El beneficio por acción de 2018 fue similar al de hace doce años.

En la tabla siguiente se observa una caída del precio de los 31,06 € de finales de 2015 a los 24,32 € de finales de 2018. Sin embargo, el ratio PER (precio dividido por el beneficio por acción) ha estado en torno a 14,5 – 15 veces al cierre de cada año de este período.

A pesar de la minusvalía en el precio del 22% entre 2006 y 2018, las acciones de BME han dado una rentabilidad acumulada neta del 68,5% en este período, mientras que el IBEX 35 con dividendos netos ha perdido un 3,6%. Esto se debe a la reinversión de los dividendos. Ver Reinversión de dividendos: cómo doblar el capital con unas acciones que no suben

El 8 de mayo de 2019 la acción de BME descontará 0,57 € de dividendo complementario de 2018. La fecha de pago será el 10 de mayo. El 14 de septiembre de 2018 pagó 0,40 € como primer dividendo a cuenta de 2018 y el 28 de diciembre de 2018, 0,60 € como segundo a cuenta. Por tanto, el dividendo total a cargo de 2018 es de 1,57 €, que supone una tasa de distribución del beneficio del 96%.

La compañía carece de deuda financiera. Los pasivos financieros que aparecen en el balance de situación no son deuda de BME sino depósitos de instrumentos financieros de miembros del mercado para los cuales actúa como contrapartida.

Los elevados datos de rentabilidad corporativa (ROE y ROCE) están distorsionados porque la compañía no acumula prácticamente reservas al patrimonio neto.

El flujo de caja libre se mantiene por encima de los 120 millones de euros pero ha caído respecto de los más de 150 millones de euros obtenidos en los años 2014 y 2015.

BME destaca que en 2018 se incorporaron cinco nuevas compañías al mercado continuo, otras tres al sector de empresas en expansión del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) y 20 SOCIMIS (Sociedades Inmbiliarias Cotizadas), así como el crecimiento en un 60% del volumen emitido en el Mercado Alternativo de Renta Fija. Sin embargo, esas circunstancias no permitieron a la compañía mejorar sus resultados. Posiblemente ha pesado más la disminución del 9,7% en el efectivo negociado en renta variable (de 652 mil milliones de euros en 2017 a 589 mil millones de euros en 2018) y a reducción del 24,9% en el número de títulos negociados (204,4 mil millones en 2017 vs. 153,5 mil millones en 2018). En renta fija, el volumen negociado cayó un 4,9% y el número de operaciones un 37,2%.

El valor contable se mantiene apenas sin variaciones en torno a los 5 € desde 2014.

Los resultados de BME en 2017


Bolsas y Mercados Españoles (BME) tiene desconcertados a algunos de sus accionistas. Un lector del blog me consultó recientemente cómo es posible que la empresa diga que el “total de flujos canalizados en nuevas acciones ascendió hasta 7.972 millones de euros en 2017, un 141,1% por encima del año anterior“, y que “el total de flujos de inversión canalizados a Bolsa han supuesto 39.723 millones de euros frente a los 28.580 del año anterior, con un aumento del 39,0% respecto a un año antes“ pero que los ingresos de 2017 hayan sido prácticamente los mismos que en 2016, alrededor de 320 millones de euros.

Las afirmaciones antes reseñadas las encontramos en la primera página de la presentación de resultados. Sin embargo, más adelante nos enteramos de que el volumen efectivo negociado en renta variable fue casi el mismo (un 0,3% inferior) que en 2016, unos 652.000 millones de euros, y que el efectivo negociado en renta fija cayó un 38,9% respecto a 2016 (de 353.000 millones a 215.000 millones de euros). Esto explica en gran parte por qué los ingresos no aumentaron.

Bolsas y Mercados Españoles obtiene la mayoría de sus ingresos de la negociación de acciones. Del total de 317,5 millones de euros de ingresos netos, 144,5 millones provinieron de este apartado. Otros 126,4 millones de euros se debieron a los servicios de información en tiempo real proporcionados por BME Market Data y a los servicios de liquidación y registro, y el resto a negociación de renta fija, a derivados y al servicio de clearing (compensación y liquidación de operaciones).

Bolsas y Mercados Españoles se encuentra entre los valores preferidos de muchos inversores debido a su elevado rendimiento por dividendo, su amplio margen operativo, su ausencia de deuda y su recurrente flujo de caja libre.

Para unos ingresos de 320,8 millones de euros, en 2017 únicamente destinó 5,2 millones de euros a proveedores y 8,1 millones a amortizaciones del inmovilizado. El beneficio operativo fue de 201,7 millones de euros, por lo que el margen de explotación fue del 63%, muy alto en comparación con la mayoría de empresas.

En cada uno de los cinco últimos años, BME ha destinado menos de 4,5 millones de euros a inversiones en inmovilizado, frente a un flujo de caja operativo superior a los 130 millones de euros, lo que revela una empresa que necesita invertir poco para mantener su negocio.

BME carece de deuda financiera. La partida “otros pasivos financieros corrientes“ que vemos en el balance de situación se corresponde exactamente con la partida “otros activos financieros corrientes“, que en ambos casos se refieren a garantías recibidas de participantes en el mercado y a instrumentos financieros en contrapartida.

El beneficio por acción de 2017 fue de 1,84 €. Sin embargo, existen 510.195 acciones con efectos potencialmente dilutivos en virtud del Plan de Retribución Variable Plurianual en Acciones para directivos de la compañía, por lo que el beneficio por acción diluido, el relevante para el accionista, fue de 1,83 €.

En la tabla siguiente se observa que BME no es, desde luego, una empresa de crecimiento pero que tiene beneficios muy estables.

BME cotiza en el IBEX Medium Cap, aunque ha pasado algunas temporadas en el IBEX 35. A pesar de que cerró 2017 un 15,2% por debajo del precio que tenía al final de 2006, las acciones han sido bastante más rentables que el IBEX 35 en los últimos once años gracias a la reinversión de su elevado dividendo, como puede verse en la tabla siguiente, aunque en los últimos dos años ha perdido terreno frente al índice.

La empresa descontará 0,78 € de dividendo complementario de 2017 el 9 de mayo de 2018. Junto con los dividendos a cuenta de 2017 pagados en septiembre y diciembre de 2017 (0,4 € y 0,6 € respectivamente) hacen un dividendo total a cargo de 2017 de 1,78 €, que es un 1% menos que los 1,80 € pagados a cargo de 2016 (los dividendos indicados en la tabla hacen referencia a los pagos realizados durante el año natural).

Reinversión de dividendos: cómo doblar el capital con unas acciones que no suben

Las acciones de Bolsas y Mercados Españoles (BME) acabaron el año 2015 prácticamente al mismo precio que en 2006. Sin embargo, un inversor que hubiera adquirido acciones de esta compañía a finales de 2006 casi habría duplicado su capital nueve años más tarde si tenemos en cuenta la reinversión de los dividendos netos en acciones de la misma empresa.

En el cálculo indicado en la tabla siguiente he considerado un impuesto del 19% sobre los dividendos brutos, que es el tipo impositivo actual, y que los ingresos obtenidos con los dividendos netos se destinan a comprar más acciones.

Por ejemplo, supongamos que partimos de 1.000 acciones en diciembre de 2006. A lo largo de 2007, BME pagó 0,969 € netos por título, de modo que hubiéramos ingresado 969 €. Con este dinero habríamos podido comprar 21 acciones al final de 2007, pues estas cotizaban a 46,6 €. Si hubiéremos hecho esto cada año, al final de 2015 habríamos comprado 840 acciones únicamente con los dividendos percibidos. La rentabilidad acumulada habría sido del 82,41%. Si el precio de las acciones de BME hubiera acabado 2015 exactamente al mismo precio que en el momento de adquirirlas en 2006, la rentabilidad acumulada habría sido del 84%, es decir, igual al incremento porcentual del número de acciones.
BME 2007-2015

Hasta el año 2014, los primeros 1.500 € de rentas de dividendos estaban exentos de tributar. Si el conjunto de nuestra cartera de valores no hubiera excedido de este importe, habríamos dispuesto de la totalidad del dividendo bruto para reinvertirlo, salvo en 2015. En este caso, la rentabilidad acumulada de las acciones de BME habría sido del 106,8%, que representa un 8,4% en tasa anual.

Parte de esta ganancia se debió a la elevada volatilidad de las acciones de BME. Veamos qué hubiera ocurrido si dichas acciones no hubiesen variado de precio a lo largo de todo el período. La rentabilidad acumulada habría sido del 57,56%, tal como se indica en la tabla siguiente.

BME1

¿Y qué hubiera ocurrido si las acciones de BME hubieran sido aún más volátiles? La rentabilidad habría sido más elevada porque en aquellos años en los que las acciones hubieran estado más hundidas habríamos podido comprar muchos más títulos gracias a la reinversión de los dividendos. En el caso hipotético de que las acciones hubieran evolucionado del modo descrito en la tabla siguiente, la rentabilidad habría sido del 112,65% (o sea, 100 € invertidos en 2006 se habrían convertido en 212,65 € en 2015).

BME2

Lo curioso es que un inversor que hubiese tenido la constancia de reinvertir sistemáticamente los dividendos en un mercado altamente volàtil habría ganado más que si las acciones se hubieran revalorizado cada año un 3% de manera estable.

La tabla siguiente muestra cómo habrían evolucionado 100 € invertidos en unas acciones que hubiesen partido del mismo precio inicial que BME y que hubiesen pagado los mismos dividendos, en el caso hipotético de que el precio hubiese aumentado un 3% año tras año. Si bien el precio al final de 2015 habría sido de 40,53 € (de modo que se habrían revalorizado un 30%), la rentabilidad de las acciones habría sido menor que si estas no hubiesen subido al final del período pero hubiesen sido muy volátiles. La explicación es que con un precio muy estable el número de títulos que es posible comprar mediante la reinversión de dividendos es inferior al que se puede adquirir en los momentos de pánico.

Moraleja: vale la pena ser constante en un mercado inconstante.

BME 3