Bolsa española o alemana para 2016

ibex logoUn podio alternado

A muchos inversores les sorprende saber que la bolsa española ha sido más rentable que la alemana en los últimos 25 años. Si consideramos el período de 24 años que va de enero de 1991 a diciembre de 2014, el DAX alemán (que incluye dividendos) ha ganado un 8,46% anual mientras que el Indice General de la Bolsa de Madrid (IGBM) Total, o sea con dividendos, ha ganado un 11,17% anual. En parte esa mayor rentabilidad se debe a que la inflación en España ha sido algo más de un 1% anual más alta que en Alemania. En términos reales, un residente en Alemania habría ganado un 6,49% anual con el DAX y un residente en España, un 8,07% anual con el IGBM.

Pero es cierto que en el período 2003-2014, el DAX ha sido más rentable que el IGBM (10,71% anual vs. 9,77% anual).

La tabla siguiente indica cuál de ambos índices fue mejor en términos relativos en cada año desde 1991 hasta 2015 (aunque el año no haya acabado, damos por ganador al DAX ya que la diferencia actual de unos 8 puntos a favor del DAX parece difícil de revertir en los días que quedan hasta finalizar el ejercicio).

igbm-daxSe puede apreciar que ninguno de los índices ha batido al otro más de dos años consecutivos y que el IGBM ha sido mejor en 14 años y el DAX en los 11 años restantes. Vemos que el DAX solo ha logrado batir al IGBM dos años consecutivos en una ocasión mientras que el IGBM ha batido al DAX dos años consecutivos en cuatro ocasiones.

Según esta estadística, parece más probable que en 2016 el IGBM lo haga mejor que el DAX. Sin embargo, creo que será al revés y que será la segunda ocasión en que el selectivo alemán lo haga mejor dos años consecutivos.

Voy a dejar aparte factores de incertidumbre que puedan afectar a ambos mercados ya que no sabemos qué país soportará al final mayor nivel de incertidumbre. Se dice que el año que viene puede ser políticamente inestable en España pero Alemania puede que tenga que enfrentarse al reto de una posible apreciación del euro, a la que las empresas alemanas son particularmente sensibles. Todo el mundo da por hecho que el dólar se apreciará en 2016 debido a la previsible subida de tipos de interés en Estados Unidos y a la continuación de los estímulos monetarios en Europa. Sin embargo, cuando todo el mundo da algo por sentado, suele ocurrir lo opuesto. En este sentido, vale la pena leer un reciente artículo en Invertia en el que se repasa qué ocurrió con el dólar en las dos anteriores ocasiones (1994 y 2004) en las que la Reserva Federal empezó a subir los tipos de interés: una caída de la divisa americana.

Sin embargo, sea lo que sea lo que tenga que pasar, no vale la pena elucubrar con esos factores ya que la incertidumbre es algo que, por definición, no puede ser prevista.


Mi argumento a favor del DAX

Para sostener mi argumento, me basaré en la valoración relativa del DAX-30 y del IBEX-35, en vez del IGBM (la correlación entre el IBEX-35 y el IGBM es bastante elevada).

Con el fin de calcular la valoración relativa, es decir, qué índice está más caro en relación al otro, utilizaré tres medidas del ratio PER (relación precio-beneficio). Tengo en cuenta los ajustes por capital flotante tanto en el DAX como en el IBEX. Estos ajustes los determinan los respectivos responsables de elaborar los índices y se usan para que el índice sea más representativo de las acciones que efectivamente circulan libremente en bolsa.

dax01En primer lugar, calculo el PER estándar de un índice como la suma de la capitalización de todas las sociedades incluidas en dicho índice, dividida por la suma de los beneficios netos atribuidos de esas mismas sociedades, poniendo a cero aquellos beneficios que sean negativos. El dato que doy está basado en los beneficios por acción de doce meses en el período de septiembre de 2014 a septiembre de 2015.

Los datos indicados en el cuadro corresponden al cierre del viernes 11 de diciembre. Ese día, el IBEX-35 cerró a 9.630,7 puntos y el DAX a 10.340,06 puntos.

En una primera mirada, vemos que el ratio PER estándar del DAX y del IBEX es muy similar. Sin embargo, si tenemos en cuenta solo las empresas no financieras, las empresas del IBEX están, en conjunto, un 10% más caras que las del DAX. Esto ocurre porque las entidades financieras del IBEX tienen ratios PER bastante reducidos y tiran hacia abajo el PER del índice. Sin esas entidades financieras, el IBEX aparece como relativamente más caro.

Al tener en cuenta solo los beneficios de operaciones continuadas, es decir al descartar los de operaciones interrumpidas, que son extraordinarios que ya no se producirán en el futuro, obtengo lo que denomino PER básico, que resulta más estable que el estándar precisamente porque no se ve afectado por resultados puntuales. En este caso, me baso en los beneficios de junio de 2014 a junio de 2015 ya que muchas empresas del IBEX no desglosan de forma suficiente sus resultados en las cuentas trimestrales.

Desde esta perspectiva, el IBEX en general está un 5% más caro que el DAX aunque hay que tener en cuenta el efecto disruptivo en los beneficios de Volkswagen del escándalo de las emisiones. Sin esta compañía, el PER básico del DAX era de 17, superior al del IBEX.

Cuando consideramos únicamente las empresas no financieras, el PER básico de las empresas del IBEX era de 21 mientras que las del DAX era de 16 pero sin Volkswagen era de 18,35. Así, las empresas no financieras del IBEX estaban un 14% más caras que las del DAX (sin Volkswagen).

per dax ibexConsidero que la verdadera fuerza motriz de la bolsa son los beneficios recurrentes de las empresas no financieras. Por este motivo, calculo una tercera medida del PER, el PER recurrente, que descarta otros beneficios atípicos. La comparación es complicada porque, que yo sepa, las sociedades cotizadas alemanas no siguen un modelo estandarizado en su cuenta de resultados como las españolas.

Para el cálculo del beneficio recurrente elimino partidas como las siguientes, cuando son positivas, y luego hago un ajuste por impuestos y minoritarios: gastos de personal activados, plusvalías por ventas de activos fijos y financieros, revalorizaciones de activos, subsidios y subvenciones. En las cuentas semestrales según los criterios de las NIIF (normas intermacionales de información financiera) de las empresas españolas, estas partidas están desglosadas pero en las cuentas de las empresas alemanas figuran en el cajón de sastre de “otros ingresos de explotación“, donde también hay las diferencias de cambio y las variaciones de existencias (que aparecen aparte en las cuentas NIIF españolas y que dejo dentro de los beneficios recurrentes) o la reversión de provisiones.

Para complicar más las cosas, en las cuentas españolas también encontramos la partida “otros ingresos de explotación“ que sirve igualmente de cajón de sastre pero donde se guardan cosas diferentes.

deutsche borsePara encontrar las partidas atípicas en las cuentas de las empresas alemanas hay que buscar las notas a los estados financieros. En las cuentas anuales casi siempre encontramos información al respecto pero en las trimestrales a veces no. Lo que sí se percibe es que el número de empresas no financieras con una elevada proporción de atípicos en sus beneficios es mucho menor en el DAX que en el IBEX. En el índice alemán solo Basf, Deutsche Post, Lufthansa y sobre todo la eléctrica RWE, tienen atípicos que equivalen a más del 10% del beneficio antes de impuestos, según mis cálculos. RWE tendría pérdidas sin esos atípicos.

En el IBEX, el número de empresas con una elevada proporción de atípicos en el período de junio de 2014 a junio de 2015 es mayor: Acciona, Acerinox, ACS, Amadeus, Endesa, Ferrovial, Gamesa, IAG, Iberdrola, OHL y Telefónica. Por este motivo, el PER recurrente del IBEX es tan alto, de más de 30.

Aunque no puedo dar una cifra del PER recurrente de las empresas del DAX por insuficiencia de datos, observo que de las 17 empresas no financieras (de un total de 25 que hay en el DAX) de las que he podido obtener datos sobre los ingresos de explotación atípicos y de las plusvalías sobre activos financieros, dichas partidas no recurrentes solo representaron el equivalente al 9% del beneficio antes de impuestos de junio de 2014 a junio de 2015. Por tanto, el PER recurrente de las empresas del DAX no estará tan alejado del PER básico como en el caso del IBEX y podría tener un valor estimativo de 20.

Conclusión

A partir de estas consideraciones, las empresas del IBEX estarían, en conjunto, alrededor de un 50% más caras que las del DAX, razón por la cual creo que la bolsa alemana batirá a la española en 2016, al menos hasta que no se vea una clara mejora en la calidad de los beneficios de las cotizadas del IBEX.

En realidad, el mejor momento para poder valorar qué índice tiene mayor potencial será en marzo de 2016, pues en este mes se conocerán todas las cuentas anuales y estas contienen más y mejor información. Ahora mismo tenemos que basarnos en información incompleta y en datos del primer semestre, que ya han quedado algo desfasados.

No obstante, un índice de bolsa solo refleja la evolución media de las acciones que lo componen. Una buena selección de esas acciones es más importante que intentar predecir qué hará el índice en general. Al cierre del 11 de diciembre, el IBEX-35 con dividendos perdía un 2,90% en el año mientras que el DAX ganaba un 5,45%. Sin embargo, mi cartera Contrapunto, basada exclusivamente en el IBEX-35, acumulaba una rentabilidad del 12,40%. Por otro lado, varios valores del DAX sufren fuertes pérdidas anuales, por lo que en este 2015 hubiera sido posible ganar más en bolsa española que en la alemana según cómo hubiéramos seleccionado nuestras acciones. El año que viene pasará lo mismo.

 

Bolsa española: ¿cara o barata?

El significado de caro o barato en bolsa

Para saber si unas acciones están caras o baratas no nos fijamos en su precio, ni siquiera en si han bajado o subido.

Unas acciones de 20 € pueden estar más caras que otras de 100 €. Lo que nos interesa no es el precio absoluto sino el precio relativo. Si las acciones de 20 € tienen un beneficio por acción de 1 €, estaremos pagando 20 veces ese beneficio. Si las de 100 € tienen un beneficio  por acción de 10 €, pagaremos solo 10 veces esa cantidad. Desde este punto de vista, las acciones de 20 € están el doble de caras que las de 100 €, a pesar de que su precio sea cinco veces inferior. Este precio relativo que resulta de comparar el precio con el beneficio por acción es lo que se conoce como relación precio-beneficio o PER.

Por otro lado, el hecho de que las acciones de 20 € bajen a 10 €, no significa necesariamente que se hayan abaratado. Si al mismo tiempo su beneficio ha caído en una proporción aún mayor, por ejemplo, de 1 € a 0,25 €, entonces el PER ha pasado de 20 a 40. Es decir, están el doble de caras que antes a pesar de que su precio ha caído a la mitad.

En cambio, si las acciones que valen 100 € suben a 200 € pero su beneficio por acción se multiplica por cuatro, su PER pasa de 10 a solo 5, es decir, están la mitad de baratas que antes a pesar de haber doblado de precio.

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La relación precio-beneficio o PER

La relación precio-beneficio debería llamarse más bien relación precio-beneficio por acción ya que compara el precio de una acción con su beneficio por acción. Este ratio es más conocido por las siglas en inglés PER, de Price-Earnings Ratio (que en realidad es una abreviación de Price-Earnings per Share Ratio). El PER nos da una idea acerca de si unas acciones están caras o baratas, especialmente en relación al conjunto del mercado (cuanto mayor el PER, más cara está la acción en términos relativos).

Pero el PER de las acciones de una empresa también puede calcularse dividiendo la capitalización de esta por su beneficio neto. La capitalización es el precio multiplicado por el número de acciones. Si dividimos el numerador y el denominador por el número de acciones, entonces en el numerador tendremos el precio y en el denominador el beneficio por acción.

Para ser más precisos, se tiene en cuenta el beneficio neto atribuido, no el beneficio neto. Al consolidar cuentas, las empresas o bancos suman todos los ingresos y gastos de las sociedades de las cuales poseen más del 50% del capital. Pero de este modo se apuntan un beneficio que no les corresponde en su totalidad. Por ejemplo, si la sociedad dominante posee el 70% de una empresa, se apunta el 100% del beneficio de esta, por lo que al final de la cuenta de resultados debe hacer un ajuste. Este ajuste consiste en restar el 30% del beneficio que no le corresponde. Se trata de los intereses minoritarios.

El PER de un índice

En general, el PER de un índice bursátil nos da una idea sobre si el mercado en general está caro o barato, aunque hay que compararlo con el ritmo de crecimiento de beneficios de las empresas que componen dicho índice. Durante una recuperación económica, es normal que el PER sea más alto de lo normal porque el mercado descuenta un ritmo de crecimento de los beneficios por encima de la media. Por ejemplo, en diciembre de 2013, el PER de la bolsa española era de 33 veces, según datos de la Sociedad de Bolsas.

La fiabilidad del valor del ratio PER aumenta conforme se avanza en el ciclo económico. Un PER de 33 veces tras varios años de expansión económica suele indicar una clara sobrevaloración del mercado.

En los dos ciclos bajistas más recientes de la bolsa española, el PER ha llegado a ser de solo unas 8 veces. Vimos esos valores en noviembre de 2008 y en agosto de 2011. A continuación el PER aumentó porque a pesar de que la bolsa continuó cayendo, los beneficios lo hicieron aún más. Haber comprado a esos niveles fue una buena inversión a largo plazo aunque a corto plazo la bolsa continuó cayendo varios meses más (hasta marzo de 2009 y julio de 2012 respectivamente).

Suele considerarse que si el valor del PER está en torno a 15 veces, el mercado está correctamente valorado. Algunos analistas indican que hay que comparar el PER con la inflación porque una inflación moderada suele llevar consigo unos costes de financiación más reducidos, lo cual es positivo para los beneficios. Estos analistas proponen que la suma del PER y de la tasa de inflación debería estar alrededor de 20 para hablar de un mercado correctamente valorado. Por ejemplo, si el PER es de 18 y la inflación es del 2%, la suma de ambas variables da 20 (en la tasa de inflación no se considera el porcentaje), lo que indica un valor correcto. En cambio, si la inflación es del 5%, un PER de 18 indicaría un mercado caro.

Para calcular el PER de un conjunto de empresas se puede sumar el PER de todas ellas y luego dividir la suma por el número de empresas. En tal caso tendremos el PER medio. Pero las medias pueden ocultar valores extremos y lo que es más importante, valores negativos. Se considera que el PER no tiene sentido cuando los beneficios son negativos. Si definimos el PER como el número de años que un inversor tardaría en recuperar su inversión si la empresa pagara todo el beneficio como dividendos, no tiene sentido decir que debe esperar un número negativo de años. Si lo definimos como el múltiplo que los inversores están dispuestos a pagar por un determinado nivel de beneficios, tampoco tiene sentido que ese múltiplo sea negativo. Así, los beneficios negativos se deben poner a cero para evitar que el PER quede distorsionado.

El PER ponderado

El PER medio no tiene en cuenta el diferente valor en bolsa (o sea, capitalización) de las entidades cotizadas. Por ejemplo, en el IBEX-35 el Banco Santander vale mucho más que Abengoa. Esta es la razón por la cual una variación en el precio de las acciones del Santander influye más en la variación del IBEX-35 que una variación en el precio de las acciones de Abengoa. Es decir, el IBEX-35 es un índice ponderado, en el cual las entidades ponderan según su nivel de capitalización.

El PER de un índice debe tener en cuenta esta circunstancia. Así, en vez de calcular la media del PER de todas las entidades del IBEX-35, es más adecuado sumar la capitalización de todas las entidades y luego dividir ese valor por la suma de los beneficios atribuidos de todas las entidades, salvo de aquellas que han tenido resultados negativos en los últimos 12 meses. Es decir, en el caso de las entidades con pérdidas, se tiene en cuenta su capitalización pero no sus resultados. Es como si hubieran obtenido un beneficio nulo.

Los ajustes en las ponderaciones

En el índice IBEX-35, algunas entidades ponderan menos de lo que les correspondería porque una parte relevante de su capital pertenece a un núcleo estable de accionistas. Se considera que estas acciones no son susceptibles de salir al mercado para ser negociadas.

El porcentaje del capital de una entidad que no está en manos de accionistas de control se denomina capital flotante o free-float. De aquí que el IBEX sea un índice ponderado por capitalización y por capital flotante.

Si el capital flotante es superior al 50% del capital total de la entidad, entonces no se ajusta la ponderación. Si dicho porcentaje está entre el 40% y el 50%, la ponderación se reduce en un 20%. Es el caso (en el segundo semestre de 2015) de Acciona, Acerinox, FCC y OHL. Si el capital flotante está entre el 30% y el 40% del capital total, la ponderación en el IBEX se reduce un 40%. Es el caso de Aena, Bankia, Caixabank, Gas Natural, Inditex y Mapfre. El reducido capital flotante de Endesa y de Arcelor Mittal hace que sus ponderaciones se reduzcan en un 60% y un 80% respectivamente.

PER de la bolsa española el 20 de septiembre

El 20 de septiembre, el PER estándar de la bolsa española era de 14,08, un valor que a primera vista podría considerarse correcto.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que buena parte de los beneficios de algunas de las sociedades del IBEX-35 se debe a operaciones interrumpidas. Se trata de beneficios procedentes de una línea de negocio que se ha enajenado y que por tanto ya no se repetirán en el futuro.

Para que los accionistas puedan distinguir la procedencia de los beneficios de un ejercicio, la cuenta de resultados desglosa el beneficio neto consolidado en dos conceptos: el resultado de operaciones continuadas, que es el procedente de actividades que la empresa va a continuar explotando en un futuro próximo, y el de operaciones interrumpidas, antes mencionado.

El PER estándar tiene en cuenta todos los beneficios netos atribuidos a la sociedad, es decir, los de operaciones continuadas y los de operaciones interrumpidas.

En cambio, el PER básico solo tiene en cuenta los resultados de operaciones continuadas, ajustados por intereses minoritarios. En tanto que el PER básico toma como referencia los resultados que provienen de la actividades que la empresa va a conservar en el futuro, es más significativo que el estándar.

El valor del PER básico el 20 de septiembre era de 16,73, bastante más alto que el estándar, por lo que desde este punto de vista la bolsa española no estaba tan barata aunque seguiría en un nivel aceptable.

Pero los beneficios de operaciones continuadas también pueden contener partidas extraordinarias, como por ejemplo plusvalías obtenidas con la venta de inmuebles o activos financieros. Y en los últimos doce meses, una parte significativa de los beneficios de operaciones continuadas de las sociedades del IBEX proceden de plusvalías u otras partidas atípicas. Si descartamos este tipo de resultados (y hacemos un ajuste por impuestos), llegamos al PER recurrente. Su valor era de 25,65, un nivel muy alto. Desde este punto de vista, la bolsa estaría muy cara.

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Diferencias entre el PER estándar, el PER básico y el PER recurrente

PER estándar, básico y recurrente de los valores del IBEX-35

¿Y si fuera el aviso de un ciclo bajista?

La lista negra de las empresas del IBEX

 

 

 

 

Convivir con el pánico

Los inversores en acciones sabemos que tenemos que convivir con el pánico. Desde que empezó el ciclo alcista actual en julio de 2012 ya hemos sufrido once episodios que se han saldado con caídas de entre el 5,4% y el 13,3%, lo que hace una media de casi cuatro pánicos al año. Han durado una media de cinco semanas, o sea que no han sido cosa de cuatro días.

El pánico actual motivado por el fatal desenlace de la crisis griega no es aún el de mayor calado de la presente fase alcista pero está siendo el más largo: ya dura once semanas. Finalmente se produjo el temido accidente. Cuando las negociaciones estaban a punto de llegar a buen puerto y las bolsas habían anticipado con subidas del 3% el cierre de un acuerdo, llegó la inesperada convocatoria de un referéndum con el que el gobierno griego quiere dar validez democrática a sus propias gestiones, pero para las cuales pide un voto en contra.

El golpe de efecto ha pillado desprevenido a los demás actores europeos, que se han negado a prorrogar el rescate que vence mañana, lo que significa que Grecia no podrá pagar mañana lo que debe al FMI ni lo que el 20 de julio tiene que devolver al Banco Central Europeo (BCE). El BCE ha decidido mantener las líneas de liquidez urgente a la banca griega pero ha reducido el caudal de las mismas, lo que ha obligado al gobierno griego a decretar el cierre de los bancos y de la bolsa. Como dice Iñaki Gabilondo para El País TV, Grecia y los socios europeos defienden dos principios sagrados que han entrado en colisión, el de que la soberanía reside en el pueblo y el de que las deudas se tienen que pagar, pero que el segundo es más acuciante que el primero. Podéis escuchar el excelente resumen (4 minutos) que hace Gabilondo sobre la situación en este enlace.

No suele ser buena idea vender en un pánico porque uno puede hacerlo demasiado tarde y la recuperación llega tarde o temprano. Algunos inversores se niegan a ser víctimas de este tipo de situaciones y quieren verlas como una oportunidad. Aprovechan para vender lo que menos baja y comprar lo que más cae, con la confianza de que los valores más castigados serán los que mejor lo harán en la recuperación, momento que volverán a aprovechar para deshacer el cambio. Es una apuesta que puede salir mal o puede salir bien. A veces sí que los valores que más caen son los que mejor se recuperan pero otras veces son los que quedan más tocados.

Es típico que en un día de pánico haya valores que aguanten mucho mejor que otros. En el momento de escribir estas líneas, el IBEX-35 se deja un 3,5% pero cinco valores (Amadeus, Gas Natural, Endesa, Aena y Técnicas Reunidas) caen menos de un 2% mientras que los bancos Popular, Santander, Sabadell y BBVA, las constructoras OHL, Sacyr  y FCC, así como Abengoa pierden entre un 5% y un 6%. El mercado nos está diciendo qué valores son percibidos como de menor y de mayor riesgo en estos momentos. Está por ver cuáles serán los que mejor se comporten cuando todo haya pasado.

 

 

Los ciclos cortos y medios del IBEX

En este blog podéis encontrar la evolución cíclica del IBEX-35 de acuerdo con tres criterios:

Los ciclos cortos son aquellos definidos por alzas de al menos un 7% y correcciones de al menos un 5%.

Los ciclos medios están definidos por subidas de al menos un 14% y caídas de al menos un 8%.

Los ciclos largos vienen dados por alzas de al menos un 20% y correcciones de al menos un 15%.

Desde el inicio del ciclo alcista actual, el 24 de julio de 2012, el IBEX se revalorizó un 99,2% hasta el 13 de abril de 2015. Fueron 142 semanas sin una corrección superior al 15%, aunque hubo dos caídas que se acercaron a ese porcentaje (ambas fueron del 13,5%), una en 2013 y otra en 2014. Y en 2015 no podía faltar otra de las típicas correcciones bursátiles.

En un ciclo alcista, la bolsa no siempre sube. Como indicaba en la entrada de ayer, lo hace alrededor del 70% del tiempo. El 13 de abril de 2015, día del máximo anual, el IBEX venía siendo alcista el 73% del tiempo desde el mínimo de julio de 2012, de acuerdo con los ciclos medios (que tal vez sean los más representativos), por lo que no tiene que extrañar que haya detenido su subida. Con la corrección actual ese porcentaje se ha reducido al 69%. La presente fase correctiva dura 8 semanas, mientras que las dos anteriores se extendieron durante 17 y 21 semanas, según la definición de los ciclos medios.ciclos_cortos_ibex_feb07jun15

Los ciclos cortos dan una lectura algo diferente, pues desde este punto de vista la corrección actual está siendo la más larga desde el inicio de la fase alcista de largo plazo. Del 24 de julio de 2012 al 8 de junio de 2015 (150 semanas) ha habido 11 ciclos cortos alcistas y 11 ciclos cortos bajistas. Los primeros han durado una media de 8,6 semanas y los segundos, una media de 5,1 semanas. En total, ha habido el equivalente a 94,1 semanas alcistas (62,8% del tiempo) y 55,7 semanas bajistas (37,2% del tiempo), de manera que el ciclo alcista está teniendo un sesgo bajista superior al normal.

En las estrategias que seguimos aquí no tenemos en cuenta los ciclos de los índices para tomar decisiones, pero vale la pena echar una mirada de vez en cuando al comportamiento cíclico de la bolsa para recordar que esas correcciones son el pan nuestro de cada año en este mercado y que una vez concluidas suele venir una subida importante. Como se puede ver en la tabla de los ciclos medios, tras la corrección de 2013 el IBEX se revalorizó un 48,1% en un año, y después de la de 2014 lo hizo en un 22,7% en medio año, sin tener en cuenta los dividendos.

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Tercera corrección de al menos un 8% desde julio de 2012

 

 

Tercera corrección de al menos un 8% desde julio de 2012

El 24 de julio de 2012, tras alcanzar un mínimo de 5.956,3 puntos, el IBEX-35 inició un nuevo ciclo alcista de largo plazo.

Han transcurrido justo 150 semanas desde que Mario Draghi, el presidente del Banco Central Europeo, pusiera fin al declive de las bolsas con sus famosas palabras de apoyo a la moneda única. Si consideramos los ciclos definidos por caídas de al menos un 8% y alzas de al menos un 10%, en este período el IBEX ha subido durante el equivalente a 103 semanas, o sea el 69% del tiempo.

En un ciclo alcista, la bolsa típicamente sube el 70% del tiempo y baja el 30% del tiempo, mientras que en un ciclo bajista ocurre precisamente lo contrario. Es normal que en algún momento de un ciclo alcista de largo plazo, la proporción alcista se acerque al 65%, por lo que no sería de extrañar que la corrección actual se alargara algo más. Los principales focos de incertidumbre son la posible quiebra de Grecia y el aumento de rendimiento de los bonos, y no parece que vayan a desaparecer de la noche a la mañana.

Las dos correcciones anteriores superiores al 8% duraron 21 y 17 semanas. La primera tuvo lugar entre finales de enero y finales de junio de 2013 y la segunda, entre mediados de junio y mediados de octubre de 2014. En ambos casos la caída fue muy similar, alrededor del 13,5%. La corrección actual es del 8% de momento y dura 8 semanas desde el máximo relativo de 11.866 puntos del 13 de abril.

Lo preocupante sería que el IBEX siguiera en fase correctiva más allá de mediados de agosto y que se alcanzaran niveles cercanos a los 10.000 puntos porque en tal caso la bolsa podría entrar en una nueva dinámica bajista. Esperemos que en los dos meses siguientes los focos de incertidumbre vayan apagándose y/o los beneficios empresariales hagan una luz más intensa.

 Los ciclos cortos y medios del IBEX

 

 

DIA sigue en la senda de crecimiento

La cadena de supermercados aumentó en casi un 11% el número de tiendas bajo su control en los últimos doce meses. De este porcentaje, un 5% fueron aperturas netas y el 6% se debió a la integración de los establecimientos de la enseña El Árbol.

Al final del primer trimestre de 2015, el grupo gestionaba 4.105 tiendas y tenía concedidas 3.164 franquicias. De este total de 7.269 establecimientos, el 26% se halla en mercados emergentes (Brasil, Argentina y Shanghai) pero representó el 37% de las ventas del grupo en el primer trimestre del año. El resto de tiendas se halla en España y Portugal. DIA abandonó el mercado francés en 2014.

En los tres primeros meses de 2015, el grupo DIA obtuvo un beneficio neto atribuido de 27,2 millones de euros, más del doble que los 10,3 millones del primer trimestre de 2014. Sin embargo, en términos ajustados, es decir sin tener en cuenta elementos no recurrentes, el beneficio neto atribuido fue de 38,9 millones de euros, un 3% inferior al del mismo período del año anterior. El principal elemento no recurrente en este trimestre se debió a los gastos por reestructuración generados por la integración de El Árbol.

El beneficio por acción de los últimos doce meses hasta el 31 de marzo de 2015 resulta ser de 0,532 €. Sin contar las plusvalías obtenidas en 2014 por la venta del negocio en Francia, la magnitud es de 0,362 €, que se compara favorablemente con los 0,32 € acumulados a 31 de diciembre de 2014. A un precio de 7,4 €, el PER de DIA está alrededor de 14 pero sin tener en cuenta dichas plusvalías se halla por encima de 20, un valor que no es inusual para una empresa de crecimiento.

El crecimiento del grupo no lleva aparejado un aumento de la deuda financiera. Al contrario, DIA redujo la deuda financiera (dinero que se debe a entidades financieras y a inversores que han adquirido títulos de deuda de la empresa) en un 18% en los últimos doce meses gracias a que los beneficios generados han sido superiores a las necesidades financieras generadas por el plan de inversiones y el pago de dividendos. DIA pagará un dividendo único a cargo de los resultados de 2014 por un importe de 0,18 € por acción el día 16 de julio.

DIA obtiene su rentabilidad gracias a una elevada rotación ya que opera con márgenes muy reducidos. De los 8.011 millones de euros de ingresos de 2014, el 79% fue para pagar a proveedores, el 8% al personal y el 7% para otros gastos de explotación.

Ver ratios y rentabilidad histórica de DIA

DIA comprará acciones propias

 

 

Gas Natural, ¿en la pista de despegue?

Gas Natural-Fenosa, junto con Enagás y Red Eléctrica, tal vez merecería figurar en el podio de empresas previsibles de la bolsa española.

En noviembre de 2013, la sociedad distribuidora de gas previó que 2014 y 2015 iban a ser dos años de resultados planos y estimó un nivel de beneficio neto de 1.500 millones de euros para ambos ejercicios, como consecuencia de la reforma eléctrica y el complicado contexto económico de España. En 2014, la empresa ganó 1.462 millones de euros y el beneficio por acción fue de 1,46 €. La empresa ha presentado hoy los resultados correspondientes al primer trimestre del año. El beneficio neto atribuido a la entidad en los últimos 12 meses resulta ser de 1.464 millones de euros, por lo que el beneficio por acción queda prácticamente invariable (1,463 €). A un precio de 21 €, el PER es de 14,35.

La sociedad ha anunciado que pagará un dividendo de 0,511 € el 2 de julio. Ya realizó un pago de 0,397 € en enero, de modo que el dividendo total repartido a cargo del ejercicio pasado asciende a 0,908 €. Supone un rendimiento por dividendo del 4,3% a los precios actuales.

El valor contable a 31 de marzo de 2015 es de 15,04 €, por lo que la relación precio-valor contable es de 1,4 veces.

Acostumbrados como estamos al letárgico crecimiento de Gas Natural, parece inevitable presagiar más de lo mismo. El beneficio por acción apenas ha variado desde 2009, cuando fue de 1,45 €. Recordemos que a la sociedad se le indigestó la absorción de Unión Fenosa, por la que pagó un precio muy elevado en 2008. Sin embargo, según el plan estratégico vigente en 2013 la empresa prevé aumentar considerablemente su beneficio a 1.900 millones de euros en 2016, el año en que por fin parece que debería producirse el despegue. De hecho, Gas Natural tiene una elevada expectativa de crecimiento sobre su negocio. El pasado mes de enero anunció que la penetración del gas en España era todavía baja, pues la materia prima solo llega al 28% de los hogares mientras que existe potencial para incrementar esa tasa al 58%, lo que implicaría 2,8 millones de usuarios adicionales.

De cumplirse el beneficio neto previsto para 2016, el beneficio por acción alcanzaría 1,9 € el año que viene. Dado que la empresa prevé mantener un pay-out del 62%, el dividendo podría aumentar a 1,18 €.

Gas Natural ha anunciado que este año presentará un nuevo plan estratégico para los próximos años, al que deberemos estar muy atentos. Con la reciente incorporación de la Compañía General de Electricidad de Chile, ya solo la mitad del negocio de la gasista proviene de España, por lo que será interesante conocer cuáles son las expectativas acerca del negocio global y si se confirman las previsiones de crecimiento.

Ver ratios y rentabilidad histórica de Gas Natural

 

Los resultados de IAG en el primer trimestre de 2015

IAG (International Consolidated Airlines Group), que engloba a Iberia y a British Airways, ha anunciado un resultado neto negativo de 26 millones de euros en el primer trimestre de 2015. Según el consejero delegado de IAG, Willie Walsh, se trata del trimestre más débil del año para la compañía. En el primer trimestre de 2014 el resultado neto fue negativo en 184 millones de euros.

Sumando los resultados de los últimos cuatro trimestres (o sea, del segundo trimestre de 2014 hasta el primero de este año), IAG acumula un beneficio neto atribuido de 1.121,19 millones de euros.

El número de acciones a 31 de marzo de 2015 fue de 2.040,08 millones, a los que hay que sumar 125,64 millones de acciones con efectos dilutivos, es decir que aún no han sido emitidas pero que lo serán próximamente como consecuencia de la conversión de bonos en acciones y pagos en acciones a empleados. IAG no ha informado del número de acciones con efectos dilutivos a 31 de marzo de este año, por lo que me he basado en la cifra presentada en el informe anual de 2014. Así, el número total de acciones a efectos de calcular el beneficio por acción sería de 2.165,72 millones.

En base a estos datos, el beneficio por acción de los últimos 12 meses es de 0,518 €, lo que supone un incremento del 14% respecto de los 0,454 € de diciembre de 2014. A pesar de ello, los títulos de IAG han recibido los resultados con una caída del 4% y cotizan a 7,4 €. Supone un PER (relación precio-beneficio) de 14,3 veces. Probablemente haya pesado más el anuncio de Willie Walsh de que el segundo trimestre de 2015 no será tan bueno como el segundo de 2014 debido al calendario de la Semana Santa y a la evolución desfavorable del precio del petróleo.