Evitar bancos habría permitido duplicar la rentabilidad de la bolsa desde 2014

El IBEX 35 ha contado con entre 7 y 8 entidades financieras en los últimos cinco años, incluyendo la aseguradora Mapfre. La mayor parte del período ha sido favorable para las mismas. Las subidas fueron destacables en 2013, 2014 y 2017. Solo en 2015 y en la primera mitad de 2018 las pérdidas han sido generalizadas.

A pesar de ello, evitar las entidades financieras a lo largo de todo el período habría permitido una ventaja significativa sobre el IBEX 35. Desde enero de 2013 hasta el 22 de junio de 2018, el IBEX 35 con dividendos ha ganado un 51,80% pero una cartera que hubiese ponderado todos los valores del índice (incluyendo bancos) de la misma forma habría ganado un 74,51%. Esta diferencia se debe en buena parte a que tres de los valores que más ponderan, Santander, Telefónica y BBVA, se encuentran actualmente por debajo del valor que tenían al final de 2012.

Un fondo de inversión que hubiese tenido en cartera solo las empresas no financieras del IBEX 35 habría obtenido una ganancia del 90,72% en el mismo período, que hubiera supuesto un 12,46% anual, frente al 7,88% que se revalorizó el IBEX 35 con dividendos. Sin el año 2013, la rentabilidad media de dicho fondo habría sido del 7,89% anual, el doble que el 3,91% anual del IBEX 35 con dividendos.

Los resultados de los bancos de los últimos diez años han continuado sufriendo los excesos cometidos antes de 2008, tanto en lo que se refiere a la concesión de créditos, al sobreapalancamiento como a la adquisición de activos sobrevalorados, lo que ha provocado índices elevados de morosidad, sucesivas depreciaciones de activos y continuos requerimientos de capital para ajustar los niveles de solvencia, a lo que se ha unido un contexto de tipos de interés en mínimos históricos. En realidad, el problema no tiene tanto que ver con la banca como sector como con un modelo de banca. Por ejemplo, Bankinter es uno de los valores que más se ha revalorizado de la bolsa española desde 2013.

La tabla siguiente ordena los valores del IBEX 35 según su rentabilidad en 2018 hasta el 22 de junio. Vemos que la mayoría de los bancos están entre los últimos puestos.

¿Vale la pena invertir en bancos?

La tabla siguiente recoge la rentabilidad anual con dividendos y otras remuneraciones de los bancos que han formado parte del IBEX 35 entre diciembre de 2015 y diciembre de 2017, un período de doce años.

La fila “Media bancos“ indica la rentabilidad media de los bancos en cada año y la fila “Media 35 valores“, la rentabilidad media de los 35 valores del IBEX 35 en el mismo año, que utilizo como referencia para comparar la evolución de los bancos frente al mercado. Vemos que estos lo hicieron peor que la referencia en todos los años salvo en 2011 y 2014, en que lo hicieron alrededor de un 2% mejor.

Una cartera compuesta exclusivamente por los bancos del IBEX 35 habría generado una pérdida del 3,28% anual en el período, frente a una ganancia del 4,58% anual de la referencia y del 4,36% anual del IBEX 35 con dividendos. Supone una desventaja media del 7,85% anual.

Para el Banco Popular he indicado una pérdida del 100% en 2017 porque la entidad quebró y fue adquirida por el Banco Santander. El Santander ofreció una compensación en bonos perpetuos al 1% a los accionistas del Popular que acudieron a la ampliación de capital del Popular en mayo de 2016. La compensación fue del 100% para aquellos que tenían hasta 100.000 euros en títulos del banco quebrado.

Sin el Popular en 2017, la rentabilidad media de los bancos en ese año habría sido del 17,70% en vez del 0,92%. La desventaja media en todo el período habría sido del 6,60% anual en vez del 7,85% anual.

Los bancos con mejor comportamiento relativo en el período fueron Bankinter (2,34% anual) y Santander (1,59% anual).

Cien euros invertidos en diciembre de 2005 en dicha cartera de bancos se habrían convertido en 67 euros al final de 2017 (76,5 euros sin el Popular en 2017) mientras que habrían aumentado a 166,8 euros en el IBEX 35 con dividendos y en 171,1 euros en una cartera compuesta por los valores del IBEX 35 (bancos incluídos) con ponderaciones iguales.

Este negativo resultado se ha producido a pesar de las revalorizaciones espectaculares de la mayoría de estas entidades en 2006, 2009, 2013, 2014 y 2017, prácticamente en la mitad de años del período. Por ello cabe preguntarse si futuras ganancias de doble dígito en determinados años compensarán el hecho de mantener una parte considerable del capital invertido en este tipo de entidades.

Rentabilidad de las empresas de electricidad y gas de 2006 a 2017

Rentabilidad de las constructoras e inmobiliarias del IBEX en 2006-2017

 

Invertir solo en bancos europeos: resultados de diez años

Lyxor ETF Stoxx BanksSi se te ha ocurrido la posibilidad de hacer una cartera de valores compuesta únicamente por bancos europeos, existe un producto financiero que te facilita la tarea. Se trata de un ETF (Exchange-Traded Fund), es decir un fondo de inversión que cotiza en bolsa igual que una acción, de aquí que en español se conozca este tipo de productos como fondos cotizados. Las ventajas de los fondos cotizados es que permiten comprar un conjunto de valores de una sola vez, tienen comisiones de gestión muy bajas, son transparentes ya que su cotización es pública y además pueden ser comprados y vendidos a lo largo de la sesión bursátil.

El fondo cotizado en cuestión es el Lyxor UCITS ETF Stoxx Europe 600 Banks. No es que invierta en 600 bancos sino en los bancos presentes en el Stoxx Europe 600 Banks, un subíndice del índice Stoxx Europe 600, el cual recoge 600 valores de gran, mediana y pequeña capitalización de 18 mercados europeos, incluyendo Suiza y el Reino Unido.  UCITS es el acrónimo de Undertakings for the Collective Investment of Transferable Securities. Se trata de un marco regulatorio de la Comisión Europea que dispone una normativa armonizada sobre protección al inversor en fondos de inversión.

El Lyxor UCITS ETF Stoxx Europe 600 Banks está, pues, referenciado al Stoxx Europe 600 Banks, pero en su versión rentabilidad neta de modo que incluye dividendos netos.

Este fondo cotizado fue lanzado el 25 de agosto de 2006, por lo que acaba de cumplir diez años.

En el cuadro se indica la rentabilidad que ha ofrecido desde el principio de 2010 hasta el 24 de agosto de 2016. De acuerdo con estos datos, 100 € invertidos en el ETF en diciembre de 2009 valdrían hoy unos 75 €, una pérdida del 25%. Es prácticamente lo mismo que lo que ha caído el índice Stoxx Europe 600 Banks en su versión rentabilidad neta. Esto indica que el ETF ha replicado fielmente la referencia en la que se basa.

No dispongo de datos anuales para el Lyxor UCITS ETF Stoxx Europe 600 Banks de 2006 a 2009 pero el valor inicial fijado el 25 de agosto de 2006 fue de 46,52 €. Hoy (24 de agosto de 2016) ha cerrado a 15,89 €, de modo que la pérdida acumulada en estos diez años ha sido del 66%.

El gráfico siguiente ilustra la evolución entre agosto de 2006 y agosto de 2016 del índice de referencia, el Stoxx Europe 600 Banks. Puede apreciarse la tremenda caída ocurrida entre el máximo de 2007 y el mínimo de 2009. A continuación hubo una fuerte recuperación de los 177 puntos de marzo de 2009 a los 430 puntos de noviembre del mismo año, lo que supuso multiplicar por 2,4. Luego hubo la recaída que puede verse en el gráfico, con mínimos relativos en noviembre de 2011 y marzo de 2012, alrededor de los 225-245 puntos. En julio de 2015, el índice alcanzó los 485 puntos, doblando el valor de tres años antes. Hoy (24 de agosto de 2016) está a 315 puntos, una caída del 35% en algo más de un año.

Para un inversor a largo plazo, invertir en bancos ha sido muy arriesgado y nada rentable, de modo que en este caso la relación entre el riesgo y la rentabilidad ha sido inversa. Sin embargo, para quien esté seguro de lo que hace, en algún momento puede producir jugosas ganancias. Yo sigo sin verlo nada claro, ¿y vosotros?

Stoxx Europe 600 Banks 25-8-2006-24-8-2016
Fuente: http://www.stoxx.com

Invertir en un fondo que descarta bancos (bolsa de Estados Unidos)

Valores internacionales, con alto dividendo y sin bancos: ¿el fondo ideal?

 

 

 

 

Lo que un banquero aconsejó a un cliente que le preguntó qué hacer con sus ahorros

Un conocido mío que ronda la edad de la jubilación obtuvo recientemente 115.000 euros netos por la venta de su piso, tras liquidar la hipoteca. Entonces fue a ver al director de su sucursal bancaria, al que conoce desde hace décadas, y le preguntó qué le aconsejaba hacer con sus ahorros.

– Gásteselos – fue la respuesta del director.

La reacción del banquero, inmediata y sincera, estuvo motivada por la especial relación de confianza que le une con este cliente, y se olvidó por un momento de sus intereses profesionales.

Obviamente, a continuación matizó su respuesta pero esa única palabra, ese «gásteselos», fue temendamente significativa.

En primer lugar, nos dice que los bancos obtienen muy poco margen con los ahorros de sus clientes debido a unos tipos de interés cercanos a cero. De hecho, no saben qué hacer con el dinero porque no hay suficiente demanda solvente de crédito. Ganan más si el dinero circula por la economía, o sea si la gente se lo gasta, que si está depositado en el banco. El dinero que circula genera comisiones por uso de tarjetas de crédito, transferencias y servicios a clientes comerciales, actividades que además de generar ingresos recurrentes no están sujetas al mismo riesgo crediticio que los préstamos. Por otro lado, a un banquero casi le da vergüenza ofrecer un 0,25% anual de rendimiento a sus clientes.

En segundo lugar, ese «gásteselos» nos recuerda la estrategia que están siguiendo los bancos centrales para ayudar a que los gobiernos vayan menguando poco a poco sus montañas de deuda: reducir el poder adquisitivo del dinero. En otras palabras, mantener tipos de interés por debajo de la inflación. No está sucediendo todavía exactamente así, pues en general el tipo de interés todavía está por encima de la inflación (que en algunos países, como España, incluso es negativa). Pero el objetivo es ayudar a las administraciones públicas a devolver menos de lo que les han prestado los ahorradores (cuando un ahorrador compra un título de deuda pública, en realidad está prestando dinero al Estado).

Así que si uno no se gasta su dinero y no logra un rendimiento que sea al menos igual a la inflación, el dinero va a valer cada vez menos. Lo que el director de la sucursal estaba diciendo era esto: su dinero vale más hoy que mañana, así que es mejor que se lo gaste.

La respuesta del banquero contenía mucho de análisis económico pero poco de consejo práctico. Está claro que el ahorro no se puede gastar aunque el dinero se deprecie. En realidad, la solución en este caso no es gastarse los ahorros sino, al contrario, gastar menos de lo que uno que podría permitirse, con objeto de compensar la previsible pérdida de poder adquisitivo. Pero esa es la solución que, en el fondo, menos interesa a los bancos y que, desde luego, menos interesa a los gobiernos. Estos necesitan que haya consumo para generar crecimiento económico y sobre todo para recaudar impuestos. ¿Qué impuestos van a cobrar sobre unos rendimientos del ahorro casi nulos?