El precio de Acerinox iguala por primera vez su valor contable

La cotización de las acciones de Acerinox cayó el 9 de agosto de 2019 a 7,29 €, el mínimo desde el 7 de julio de 2013, cuando cerraron a 7,12 €. Pero mientras que en julio de 2013 cotizaron a 1,13 veces su valor contable, el 9 de agosto lo hicieron prácticamente a esa magnitud (7,26 € de acuerdo con el patrimonio neto atribuido al 30 de junio de 2019, de 1.965 millones de euros, y el número de acciones actual, que es de 270,5 millones). Esta coincidencia entre el precio de mercado y el valor contable no se daba al menos desde 2006.

Si las acciones cayeran por debajo de 7,12 €, habría que remontarse a octubre de 2001, semanas después de los atentados del 11-S, para recordar a la compañía tan baja de precio.

El rendimiento por dividendo actual es también el más alto de que tenga constancia: un 6,86%. La acerera ha repartido 0,50 € en 2019 a cargo del ejercicio 2018, el primer incremento desde 2007. El 5 de junio descontó 0,30 € a cargo de reservas y el 5 de julio 0,20 € en concepto de prima de emisión.

Ese importe se decidió tras haber obtenido la compañía un beneficio por acción de 0,86 €, por lo que el dividendo se hallaba ampliamente cubierto. Sin embargo, los resultados del primer semestre de 2019 han dejado el beneficio por acción interanual a 0,622 €: en estos momentos, el dividendo supone el 80% de los resultados, lo que hace peligrar la sostenibilidad de esta remuneración.

Un precio de 7,29 € y un beneficio por acción de 0,622 € nos da un ratio PER (relación precio-beneficio por acción) de 11,7, que es alto para una compañía cíclica como Acerinox. En el cuadro anterior puede observarse la trayectoria errática del beneficio y el estancamiento de su valor contable, circunstancia que revela que la sociedad no está creando valor para el accionista.

Si bien la compañía está bien gestionada, se enfrenta a situaciones muy adversas, como la elevada competencia, el exceso de oferta en Asia, la gran volatilidad de los precios de las materias primas y la política arancelaria del presidente Trump.

Acerinox: resultados, situación financiera y valoración (abril 2018)

Las cuentas de Acerinox en 2018

Acerinox obtuvo en 2018 un beneficio neto similar al de 2017. El beneficio por acción fue de 0,86 €, de modo que el PER de los títulos al precio actual de 8,95 € es de 10,4 veces.

Los ingresos operativos fueron de 5.011 millones de euros, similares a los de 2008, y todavía un 28% por debajo del máximo de 2007, aunque crecieron un 8% respecto de 2017 y un 16% desde 2016.

El productor de acero inoxidable afirma que si bien en el último trimestre de 2018 la situación de los mercados del acero, especialmente los europeos, empeoró bruscamente, su posicionamiento global le ha permitido gestionar adecuadamente la situación creada por las medidas proteccionistas aprobadas por el presidente Trump a lo largo de 2018 y que perjudicaron los flujos comerciales del acero inoxidable.

La cotización de Acerinox depende en buena parte de la evolución del precio del níquel. Cuando este sube, los clientes de la compañía aumentan su demanda ante la expectativa de que continúen las subidas. El níquel es el metal que permite al acero evitar la corrosión. El precio de este material alcanzó a principios de 2018 los niveles más altos desde 2014 pero al final del ejercicio había caído un 32% desde esos máximos debido al empeoramiento de las expectativas económicas y a la caída de la demanda.

El valor contable fue de 7,47 € en 2018, de modo que la relación precio contable actual es de 1,2 veces, SIn embargo, esa magnitud apenas ha crecido desde que en 2014 alcanzara los 6,97 €. Esto último se debe en parte a que a cargo de los ejercicios 2015 y 2016 el reparto de dividendos superó ampiiamente el nivel de beneficios, tal como ocurrió también entre 2008 y 2013 (salvo en 2010). Al ser una empresa cíclica, Acerinox procura mantener un dividendo estable con la confianza de poder reducir la tasa de distribución en los buenos tiempos y recapitalizar así la empresa.

Los niveles de solvencia han mejorado desde niveles que ya eran buenos. La deuda financiera neta fue de 555,6 millones de euros, cifra que coincide prácticamente con la ofrecida por la compañía (552 millones de euros). La relación entre esta magnitud y el beneficio operativo se redujo de 2 veces en 2017 a 1,8 veces en 2018. La proporción entre los gastos financieros y el beneficio operativo fue solo del 4,9%.  Hay que destacar igualmente la reducción del coste de la deuda desde 2016, cuando era del 3,51%, al 2,40% en 2018.

La rentabilidad corporativa es igualmente satisfactoria. La ROCE (rentabilidad sobre el capital empleado) no fue excesiva, del 8,85%, pero se compara favorablemente con el coste de la deuda.

Para el primer trimestre de 2019 la compañía espera una nueva mejoría del EBITDA (beneficio operativo más amortizaciones) debido a las medidas de ajuste llevadas a cabo a finales del ejercicio anterior. Para el conjunto del ejercicio tiene expectativas positivas gracias a la recuperación del precio del níquel y la normalización de los inventarios en Europa y Estados Unidos.

En la tabla siguiente se puede apreciar la significativa recuperación del beneficio por acción desde 2013 pero que en este período el precio apenas ha variado de los 8,34 € de finales de 2012 a los 8,66€ de finales de 2018. Las acciones cerraron el año pasado a su ratio PER más bajo desde 2006.

A cargo de los ejercicios de 2006 a 2017, Acerinox ha pagado un dividendo de 0,45 € (a lo largo de 2006 pagó 0,34 € correspondientes al ejercicio 2005). A cargo de 2018 el dividendo se incrementará por primera vez en doce años y será de 0,50 €. A los precios actuales, el rendimiento bruto es del 5,59% y el rendimiento neto, del 4,52%. El reparto se llevará a cabo previsiblemente en julio de 2019.

Cien euros invertidos en títulos de Acerinox se hubieran convertido en 55,3 € en 2018 con reinversión de dividendos netos, frente a los 96,4 € en que se habrían transformado en el IBEX 35.

La acción de Acerinox fue una de las más rentables de la bolsa española entre enero de 1996 y diciembre de 2006. En ese período de once años dio una rentabilidad media del 20,2% anual. Sin embargo, tras alcanzar un máximo de 23,33€ el 27 de diciembre de 2006, encandenó siete años de caídas, con un paréntesis en 2009. El mínimo tuvo lugar el 24 de junio de 2013 en 6,90 €, casi el mismo precio a que cerró a finales de 1997. A continuación ha tenido una evolución extremadamente volátil: subió hasta los 16,05 € en marzo de 2015, en enero de 2016 volvió a estar a 7,15 €, en marzo de 2017 había recuperado los 14 € y actualmente cotiza cerca de los 9 €.

 

 

 

 

Acerinox y Viscofán, víctimas de un mercado desorientado

Viscofán cayó un 19,5% y Acerinox un 8,2% el viernes 26 de octubre tras la presentación de sus respectivos resultados del tercer trimestre de 2018. El fabricante de envolturas registró un descenso de un 8% en los beneficios interanuales pero el productor de acero inoxidable los ha incrementado un 54%. Entonces, ¿qué tienen en común ambas compañías?

A pesar de que ambas muestran en sus recientes informes trimestrales una evolución positiva de sus  negocios, mencionan un menor crecimiento esperado en los mercados asiáticos y dejan entrever una mayor incertidumbre.

Si bien Acerinox habla de incrementos en la demanda, la producción y la facturación, de incorporación de nuevas líneas de negocio, del positivo comportamiento de los mercados y del buen rendimiento de las inversiones, también añade: “Las incertidumbres macroeconómicas y los menores precios de las materias primas determinarán una menor actividad en el cuarto trimestre.“ Se refiere asimismo a un “exceso de oferta“ en Asia. A pesar de ello espera acabar el año con un incremento de resultados respecto a 2017.

Viscofán destaca igualmente una evolución positiva en producción y ventas en todas las regiones donde está presente, salvo China y el sudeste asiático, donde reconoce “dificultades“. Se refiere a un “empeoramiento del entorno de mercados emergentes, especialmente en Asia, frente a la solidez en los mercados desarrollados“ y añade que “el descenso de los mercados asiáticos reduce las previsiones de crecimiento para el conjunto del año ligeramente por debajo de nuestras expectativas iniciales.“

Así, a pesar de que Acerinox espera acabar el año con un aumento del beneficio y Viscofán con un ligero retroceso, el mercado cotiza el deterioro de las perspectivas en Asia en un contexto en el que todavía no sabe cómo va afectar la guerra comercial entre China y Estados Unidos al crecimiento de la región.

El beneficio por acción interanual a septiembre de 2018 de Acerinox es de 1,079 €, un 54% más que en septiembre de 2017. A los precios actuales de 9,85 €, la compañía presenta un ratio PER de 9,1.

El beneficio por acción de Viscofán es 2,543 €, un 8,3% menos que en septiembre de 2017. A un precio de 49 €, el ratio PER es de 19,3.

 

 

Acerinox: resultados, situación financiera y valoración

Desde finales de 2006, cien euros invertidos en títulos de Acerinox se habrían convertido en 73 € al final de 2017 mientras que habrían aumentado a 109,8 € en el IBEX 35 con dividendos netos.

Desde el año 2007, la compañía ha pagado un dividendo anual de alrededor de 0,45 €. Entre 2013 y 2016 los accionistas tuvieron la opción de recibir el dividendo en acciones o en efectivo (Dividendo Flexible).

Un accionista con 180 títulos en junio de 2013 que hubiese suscrito acciones nuevas en cada una de las cuatro ampliaciones liberadas entre 2013 y 2016, tendría ahora 212 títulos, o sea habría aumentado su número de acciones en un 17,8%. Esto significa que en 2017, año en que la empresa pagó el dividendo en efectivo, habría ingresado un 17,8% más que si no hubiera suscrito las acciones, aunque obviamente en los años precedentes no habría obtenido ningún ingreso en efectivo.

Con objeto de cubrir las ampliaciones liberadas para el pago del Dividendo Flexible en acciones, el capital social de Acerinox ha aumentado un 10,7%, de los 249,3 millones de acciones de 2012 a los 276,1 millones actuales, lo cual provoca un efecto dilución en el beneficio por acción. En 2017, el beneficio neto atribuido fue de 234,1 millones de euros, 0,848 € por acción. Sin las ampliaciones, el beneficio por acción habría sido de 0,939 €, un 10,7% más elevado. El precio de la acción seguramente también estaría alrededor de un 10% por encima del nivel actual.

Acerinox tuvo pérdidas en 2008, 2009 y 2012. Además, entre 2008 y 2016 ha pagado en algunos años en concepto de dividendos una cantidad superior a la obtenida como beneficio, de modo que ha tenido que recurrir a las reservas para remunerar a los accionistas. Las pérdidas y el pago de dividendos han descapitalizado a la compañía, cuyo patrimonio neto atribuido a los accionistas era de 2.174 millones de euros en 2006 frente a los 1.897 millones de euros de 2017. El valor contable por acción se ha reducido un 18% desde 2006, de los 8,38 € a los 6,87 € actuales, si bien hay qye tener en cuenta que la reducción del patrimonio neto atribuido en 2017 también tiene que ver con la caída del dólar, que ha supuesto una depreciación en euros del patrimonio neto de sus participadas estadounidenses.

Al igual que en el caso de Mediaset, los resultados de la compañía en 2017 han sido los mejores desde 2007. Hay que añadir que la calidad de los beneficios de 2017 fue elevada. El 94% puede considerarse recurrente, mientras que en los tres años anteriores dicha proporción estuvo por debajo del 70%.

La tabla siguiente recoge la evolución de los ingresos operativos y de los costes de explotación, incluyendo amortizaciones, de la empresa entre 2004 y 2017. Se observa que el margen operativo fue de solo el 4% en 2017. Este porcentaje está en línea con el registrado en otros años y explica la facilidad con la que Acerinox entra en, o se acerca a, pérdidas. Por otro lado, vemos que los gastos de personal y otros gastos de explotación han aumentado un 36% desde 2004 mientras que los ingresos lo han hecho solo un 15%. Es un aspecto que la empresa tiene presente, pues tiene en marcha Planes de Excelencia, herramientas de gestión para mejorar la eficiencia de costes.

Los resultados de 2017 sitúan a la empresa en una buena posición financiera para aprovechar la recuperación económica. La rentabilidad sobre el capital empleado fue del 9,84%, totalmente adecuada dada la calidad del beneficio y un coste de la deuda del 3%. La solvencia es igualmente correcta. Los gastos financieros fueron menos del 10% del beneficio operativo. Como señala la propia compañía, los gastos financieros netos han pasado de 66 millones de euros en 2012 a solo 19 millones en 2017.

Acerinox presume de ser el único productor en su sector que ha sido capaz en los últimos años de mantener al mismo tiempo su plan de inversiones y su remuneración al accionista y que además ha conseguido reducir su deuda.

Esta buena situación financiera no debe hacernos olvidar la baja estabilidad y la escasa predicibilidad de los resultados de la compañía, así como la elevada dependencia respecto al precio de las materias primas. Teniendo en cuenta esto, a los precios actuales (11,30 €) el PER de las acciones está alto a 13,3. En la segunda tabla se puede ver que el ratio PER al final de 2006 era de un moderado 11,9 y a pesar de ello las acciones habían caído un 70% seis años y medio después. Ahora se puede argumentar que entonces estábamos en la parte alta del ciclo, pero eso nadie lo sabía entonces. La relación precio / valor contable, de 1,73, también es elevada por los mismos motivos.

Acerinox debería incrementar resultados un 30% en 2018 y mejorar márgenes para justificar tales valoraciones. Imagino que es lo que espera el mercado, una expectativa que entra dentro de lo posible al ser una compañía “apalancada en el ciclo económico“, es decir, cuyos beneficios pueden aumentar significativamente más que el crecimiento general de la economía. Acerinox depende en buena medida de la demanda de acero inoxidable procedente de la construcción, los automóviles y los electrodomésticos, sectores en recuperación.

La cotización de Acerinox está a menudo ligada a la evolución del precio del níquel, metal utilizado para la elaboración del acero inoxidable, pues es el componente que evita la corrosión del acero. Cuando sube el precio del níquel, aumenta la demanda de este metal. Suena paradójico pero el comportamiento de las materias primas es muy cíclico y es habitual que su cotización se dispare de forma espectacular en poco tiempo. Por ello, cuando el precio sube, los productores industriales que las necesitan se apresuran a acumular existencias para cubrise del riesgo de mayores subidas.

Las firmas de análisis acostumbran a valorar la compañía en función de sus propias expectativas acerca del precio de este metal. En mayo de 2017, por ejemplo, Goldman Sachs afirmó que el precio del níquel no subiría y se quedaría en torno a los 9.000 dólares por tonelada, lo que no eran buenas noticias para la compañía. Aun así, fijó un precio objetivo de 14,4 € para las acciones. Ocurrió todo lo contrario: el precio del níquel se disparó a los 12.000 dólares por tonelada en septiembre de 2017 y en estos momentos está por encima de los 13.000 dólares, mientras que la cotización de Acerinox ha caído a los 11 euros, muy lejos del precio objetivo de los analistas del banco de inversión.

Acerinox no puede valorar aún cómo impactarán en sus resultados las medidas proteccionistas del presidente Trump. En cambio, sí tiene claro que la reciente reforma fiscal en Estados Unidos tendrá un efecto muy positivo en las cuentas de 2018.

Acerinox tiene una fuerte presencia internacional. El 46% de sus empleados trabaja en países europeos y el resto está distribuido en el resto de continentes (22% en América, 21% en Africa y 9% en Asia).

La compañía ha anunciado un dividendo en efectivo para julio de 2018 pero no ha determinado el importe. La junta general de accionistas se celebrará ese mes.

 

 

Acerinox consolida su recuperación

El beneficio por acción de Acerinox se incrementa de los 0,29 € de 2016 a 0,676 € en los doce meses de abril de 2016 a marzo de 2017. Esto ha sido posible porque en el primer trimestre de 2016 la compañía perdió 8,3 millones de euros, mientras que en los tres primeros meses ha ganado 97,95 millones de euros, más incluso que en todo 2016.

A los precios actuales de alrededor de 12 €, el PER calculado según el beneficio por acción de 2016 es de 41. Sin embargo, utilizando el dato más actualizado, el PER se reduce a 17,75.

Acerinox se ha visto favorecido por un incremento significativo en la actividad y por un fuerte aumento de los precios del acero inoxidable, lo que ha dado como resultado que la cifra de negocio del primer trimestre de este año haya sido un 31% más alta que en el mismo período del año pasado.

Un dato relevante es que el margen sobre ventas ha alcanzado el 15,3%, el nivel más alto desde el segundo trimestre de 2007, justo antes de la crisis financiera, que afectó de lleno al precio de las materias primas industriales. Este margen se da con precios del acero muy por debajo de los niveles de 2007. Acerinox indica que esto prueba la gran mejoría de competitividad lograda por  la empresa.

La deuda financiera neta al final de marzo de 2017 era de 601 millones de euros, menor a la que había al final de 2016, que era de 620 millones de euros. La proporción entre la deuda financiera neta y el beneficio operativo se reduce justo la mitad, pues pasa de 4 veces al final de 2016 a 2 veces en marzo de 2017.

Acerinox repartirá un dividendo de 0,45 €, en un pago único en el próximo mes de julio, correspondiente al ejercicio 2016. Este importe es superior al beneficio por acción, de modo que una parte del dividendo se pagará a cargo de reservas. Tras cuatro ejercicios de dividendos flexibles (posibilidad de cobrar la remuneración en acciones), la empresa vuelve al pago en efectivo.