PER estándar, base y recurrente

La relación precio-beneficio o PER

La relación precio-beneficio debería llamarse más bien relación precio-beneficio por acción ya que compara el precio de una acción con su beneficio por acción. Este ratio es más conocido por las siglas en inglés PER, de Price-Earnings Ratio (que en realidad es una abreviación de Price-Earnings per Share Ratio). El PER nos da una idea acerca de si unas acciones están caras o baratas, especialmente en relación al conjunto del mercado (cuanto mayor el PER, más cara está la acción en términos relativos).

Pero el PER de las acciones de una empresa también puede calcularse dividiendo la capitalización de esta por su beneficio neto. La capitalización es el precio multiplicado por el número de acciones. Si dividimos el numerador y el denominador por el número de acciones, entonces en el numerador tendremos el precio y en el denominador el beneficio por acción.

Para ser más precisos, se tiene en cuenta el beneficio neto atribuido, no el beneficio neto. Al consolidar cuentas, las empresas o bancos suman todos los ingresos y gastos de las sociedades de las cuales poseen más del 50% del capital. Pero de este modo se apuntan un beneficio que no les corresponde en su totalidad. Por ejemplo, si la sociedad dominante posee el 70% de una empresa, se apunta el 100% del beneficio de esta, por lo que al final de la cuenta de resultados debe hacer un ajuste. Este ajuste consiste en restar el 30% del beneficio que no le corresponde. Se trata de los intereses minoritarios.

PER estándar y PER base

Introduzco esta distinción porque en algunas entidades los beneficios pueden estar distorsionados por un volumen importante de resultados de operaciones interrumpidas. Se trata de beneficios procedentes de una línea de negocio que se ha enajenado y que por tanto ya no se repetirán en el futuro.

Para que los accionistas puedan distinguir la procedencia de los beneficios de un ejercicio, la cuenta de resultados desglosa el beneficio neto consolidado en dos conceptos: el resultado de operaciones continuadas, que es el procedente de actividades que la empresa va a continuar explotando en un futuro próximo, y el de operaciones interrumpidas, antes mencionado.

El beneficio por acción estándar es el beneficio neto atribuido dividido por el número de acciones que componen el capital de la sociedad. Es decir, incluye el beneficio neto de las operaciones continuadas y el de las de operaciones interrumpidas pero excluye los intereses minoritarios.

El PER estándar es el precio de la acción dividido por el beneficio por acciòn recurrente.

En cambio, el beneficio por acción base solo tiene en cuenta los resultados de operaciones continuadas. Sin embargo, para ello es necesario hacer un ajuste porque esos resultados incluyen beneficios que no corresponden a la sociedad sino a sus filiales dependientes (los intereses minoritarios). En tanto que el PER base toma como referencia los resultados que provienen de la actividades que la empresa va a conservar en el futuro, es más significativo que el estándar.

PER recurrente

El beneficio neto recurrente es aquel que excluye resultados extraordinarios de toda clase y algunas partidas atípicas de la cuenta de resultados. El cálculo depende de cada analista o inversor ya que uno puede incluir algunos conceptos contables y otro no. Las empresas no suelen dar información al respecto, por lo que es necesario examinar la cuenta de resultados para calcularlo.

Mi procedimiento de cálculo es el siguiente:

Primero calculo el beneficio antes de impuestos recurrente, que es el beneficio antes de impuestos sin las partidas siguientes, cuando son positivas: “Trabajos realizados por la empresa para su activo”, “imputación de subvenciones de inmovilizado financiero”, “Deterioro y resultado por enajenaciones del inmovilizado”, “Otros resultados“, “Variación de valor de instrumentos financieros“, “Deterioro y resultado por enajenaciones de instrumentos financieros“.

Luego calculo el beneficio neto atribuido recurrente, que es el beneficio antes de impuestos recurrente más el resultado de participadas menos el impuesto de sociedades ajustado en función del beneficio antes de impuestos recurrente pero manteniendo la misma tasa impositiva. No tengo en cuenta los créditos fiscales.

Por último, el beneficio por acción recurrente es el beneficio neto atribuido recurrente, según lo definido anteriormente, dividido por el número de acciones de la sociedad.

El PER recurrente es, por tanto, el precio de la acción dividido por el beneficio por acción recurrente.

Considero que el PER recurrente es el más útil para comparar diferentes empresas entre sí. Por ejemplo, imaginemos que dos empresas han tenido un beneficio neto total de 200 millones de euros pero que en el caso de una de ellas, la mitad del beneficio se ha debido a la plusvalía obtenida por la venta de un inmueble. Si incluimos esta plusvalía (que es lo que sucede con el beneficio estándar y el base), la comparación no sería homogénea. En cambio, si la excluimos, la comparación es más realista, aunque en este caso habría que ajustar el impuesto de sociedades al beneficio sin la plusvalía.