En marzo de 2021 dividí 90 valores del mercado continuo (sin entidades financieras) en cinco grupos de 18 acciones cada uno según su volatilidad en el trimestre precedente.
Un año más tarde, el grupo menos volátil había tenido una rentabilidad con dividendos del 7,27%, frente al 2,08% que ganó el Indice General de la Bolsa de Madrid (IGBM) con dividendos. Los dos siguientes grupos menos volátiles ganaron un 0,11% y un 5,06% de media respectivamente. En cambio, los dos grupos más volátiles perdieron un 15,15% y un 9,64% respectivamente.

El porcentaje de acciones con rentabilidad negativa fue del 38,9% en el grupo menos volátil y del 66,7% en el grupo más volátil.
También se observa un mayor rango de rentabilidades positivas y negativas según el grado de volatilidad. El valor que más perdió en los dos grupos menos volátiles lo hizo con un 28,36% mientras que el peor valor en los tres más volátiles lo hizo con un 67,67%. En cambio, el valor más rentable en los dos grupos menos volátiles ganó un 44,45% mientras que el mejor valor en los tres grupos más volátiles ganó un 65,09%.
Estos resultados confirman, una vez más, que invertir en acciones de menor riesgo permite obtener una rentabilidad superior a la del mercado a largo plazo, no porque estas sean más rentables que la media sino porque tienen menos probabilidades de generar grandes pérdidas.
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