Las cuentas de Grifols en 2018

Grifols obtuvo en 2018 un beneficio neto de 596,6 millones de euros, 0,867 € por acción, un 10% menos que en 2017. Sin embargo, el beneficio bruto aumentó un 4%.

Esta disparidad se debe a que en 2017 los resultados estuvieron distorsionados por créditos fiscales como consecuencia de la reforma fiscal en Estados Unidos. Ver El verdadero beneficio de Grifols en 2017.

Grifols tiene dos clases de acciones: 426,1 millones de títulos de clase A, que son las cotizan en el IBEX 35, y 261,4 millones de títulos preferentes sin derecho a voto (clase B). A efectos de los cálculos de las magnitudes por acción hay que tener en cuenta la suma de ambas.

Grifols desarrolla y produce tratamientos terapéuticos basados en las proteínas presentes en el plasma humano, la parte líquida de la sangre. La compañía obtiene el plasma a través de una extensa red de unidades de donación, que fue ampliada en agosto de 2018 tras adquirir 24 nuevos centros en Estados Unidos, por los que pagó 286 millones de dólares. Actualmente cuenta ya con 256 centros de plasma en Estados Unidos y Europa.

El negocio de la sangre: 112 euros el litro

Si bien las acciones cerraron en 2018 a niveles similares a los de 2015, han sido unas de las más rentables de la bolsa española desde 2006. Cien euros invertidos en estos títulos en diciembre de 2006, y tras haber reinvertido los dividendos netos en las propias acciones, habrían valido 547,2 € al cierre de 2018, 5,6 veces más que si se hubieran colocado en un fondo indexado al IBEX 35.

La compañía de hemoderivados aumentó sus ingresos un 3,9% en 2018, aunque a tipos de cambio constantes (sin tener en cuenta las fluctuaciones de divisas) el incremento fue del 9,2%.

En su informe de resultados, indica que el beneficio neto recurrente de 2018 fue de 596,6 millones de euros, que coincide con el beneficio neto informado, mientras que en 2017 fue de 587,9 millones de euros. Las partidas excluidas en esta magntud están relacionadas con la adquisición de Hologic, la reevaluación de los activos de Aradigm y la reforma fiscal de Estados Unidos.

La deuda financiera neta fue de 5.343,1 millones de euros según el cálculo tradicional, que coincide con el dato que ofrece la propia empresa. Supone 5,4 veces el beneficio operativo y 4,3 veces el EBITDA (beneficio operativo más amortizaciones).

Los ratios de rentabilidad corporativa disminuyeron significativamente. Esto tiene que ver principalmente con un notable incremento del activo y del patrimonio neto a raíz de las compras realizadas y las inversiones llevadas a cabo en la División Bioscience. La adquisición de la alemana Haema AG ha permitido a Grifols tener los primeros centros de obtención de plasma fuera de Estados Unidos, mientras que la de Biotest US Corporation ha reforzado su presencia en Estados Unidos. Tras dichas adquisiciones, la farmacéutica catalana ha vuelto a vender ambas empresas por el mismo importe para evitar un aumento de la deuda financiera, pero reservándose una opción de compra y el control operativo de las unidades de donación.

Así, al dividir el beneficio operativo sobre un capital empleado más elevado (11.073,4 millones de euros frente a los 9.690,9 millones de euros de 2017), la ROCE cae del 10,35% al 8,98%. La División Bioscience, dedicada a la investigación, producción y comercialización de proteínas específicas, es la principal fuente de ingresos de la compañía, pues representó el 78,4% de los ingresos de 2018.

Esta caída de la rentabilidad sobre el capital empleado coincide además con un aumento del coste de la deuda, lo que hace disminuir la rentabilidad efectiva del 6,01% al 4,38%.

 

El verdadero beneficio de Grifols

Grifols es una de las empresas españolas que más se ha revalorizado en los útlimos años. En la tabla puede verse que 100 € invertidos en acciones del fabricante de hemoderivados al final de 2006 se habrían convertido en 575,3 € mientras que solo habrían crecido hasta 109,8 € en el IBEX 35 con dividendos.

Dicha revalorización se ha apoyado en un significativo incremento del beneficio por acción, que ha pasado de 0,21 € en 2007 a 0,97 € en 2017. En el mismo período, el beneficio operativo ha pasado de 146,35 millones de euros a 1.003,34 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 21,2% anual.

Sin embargo, desde finales de 2014 el crecimiento está siendo mucho más lento. El beneficio operativo ha aumentado un 5,3% anual entre 2014 y 2017. El beneficio por acción ha crecido un 12,5% anual pero ello se debe casi por completo a los efectos de la reciente reforma fiscal de Trump.

En las cuentas de 2017, el impuesto de sociedades fue de 34,4 millones de euros pero la propia compañía reconoció que sin la reforma fiscal en Estados Unidos y “el impacto fiscal de otras partidas no recurrentes“, el impuesto de beneficios habría ascendido a 220,2 millones de euros. Descontando este importe del beneficio bruto y ajustando por minoritarios, el beneficio por acción de 2017 habría sido de 0,70 €, prácticamente el mismo que el de 2014 y un 12,5% inferior al de 2016.

En el primer trimestre de 2018, el beneficio neto atribuido aumentó un 7% respecto del primer trimestre de 2017. Pero el beneficio neto ajustado disminuyó un 2,1%. El beneficio neto ajustado “excluye partidas no recurrentes y relacionadas con adquisiciones recientes, la amortización de los gastos financieros diferidos relacionados con la refinanciación y la amortización de intangibles asociados a adquisiciones“.

El beneficio por acción estándar interanual a marzo de 2018 es de 0,983 € y el ajustado, de 0,96 €.

En el informe de resultados anual, Grifols proporciona, además, una medida del beneficio neto recurrente, que excluye los efectos de la reforma fiscal en EE.UU. y la reevaluación de los activos de Aradigm. En la tabla siguiente, obtenida del informe de resultados de 2017, se indica que el beneficio neto recurrente es de 587,9 millones de euros, 74,8 millones de euros menos que el beneficio neto informado. Esta última cifra es la diferencia entre créditos fiscales de 185,8 millones de euros y gastos operativos considerados no recurrentes (principalmente gastos de investigación y desarrollo) de 111 millones de euros. En la tabla puede verse que el aumento respecto a 2016 fue del 7,8% mientras que el beneficio neto informado creció un 21,5%.

Grifols no proporciona datos trimestrales del beneficio neto recurrente pero si hacemos un ajuste similar al realizado por la empresa en 2017, el beneficio por acción recurrente a marzo de 2018 estaría en torno a los 0,87 €. Si tenemos en cuenta que cada año hay gastos no recurrentes y no los descontamos, el beneficio por acción estaría en torno a los 0,72 €.

Grifols desarrolla y produce tratamientos terapéuticos basados en las proteínas presentes en el plasma humano, la parte líquida de la sangre. La compañía obtiene el plasma a través de una red de 150 centros de donación en Estados Unidos gestionados por ella misma. La técnica de obtención de las proteínas del plasma, llamada plasmaféresis, fue desarrollada en 1951 por José Antonio Grifols, fundador de la empresa junto con su padre y sus hermanos.

El negocio de la sangre: 112 euros el litro