Los inversores que estaban en bolsa antes de las elecciones presidenciales francesas del 23 de abril se jugaban la posibilidad de una debacle: la que se hubiera desencadenado si los dos candidatos más votados hubiesen sido Marine Le Pen, de la extrema derecha antieuropea, y Jean Luc Mélenchon, de la extrema izquierda antieuropea. No faltó mucho para ello. El candidato más votado en la primera vuelta, el centrista Emmanuel Macron, obtuvo el 24% de los votos, mientras que Marine Le Pen obtuvo el 21% de los sufragios, François Fillon el 20% y Jean Luc Mélenchon el 19,6%. En Francia, los dos candidatos con más apoyo se disputan la presidencia en unas segundas elecciones.
Por tanto, haber estado fuera del mercado hasta ese día equivalía a no estar dispuesto a asumir el riesgo de una Francia capitaneada por un jefe de estado contrario a las instituciones europeas, circunstancia que no solo habría provocado un desplome en las bolsas occidentales sino también el inicio de un nuevo ciclo bajista.
Una vez eliminado el principal riesgo que afrontaban las bolsas europeas, pero dada la importante revalorización que estas acumulan, muchos pueden preguntarse si vale la pena ahora comprar acciones o si ya han llegado demasiado tarde.
Hasta el día de las elecciones el IBEX 35 acumulaba una subida del 20,6% desde el 2 de diciembre de 2016. Esta revalorización se justifica debido a la significativa mejoría de los resultados y de la salud financiera de las entidades que componen el índice selectivo. En las dos semanas transcurridas desde la primera vuelta de las elecciones francesas, el IBEX 35 se ha revalorizado un 7% adicional.
Por justificadas que estén las subidas, las caídas de mayor o menor magnitud forman parte de la dinámica de la bolsa. En este sentido, el IBEX 35 lleva ya 22 semanas sin corregir siquiera un 5%, lo cual se sale de la normalidad. Desde 2007, el período más largo sin una caída del 5% había sido de 17 semanas (entre el 24 de junio y el 21 de octubre de 2013). La probabilidad estadística de una corrección moderada es, pues, elevada. Sin embargo, en condiciones normales es improbable que el IBEX caiga por debajo del nivel al que cerró el día previo a las elecciones francesas (10.377 puntos).
Apostar por una vuelta a los 10.000 puntos es apostar por un suceso improbable ya que ahora ha desaparecido la incertidumbre que existía cuando el IBEX estaba a ese nivel. Sin embargo, a muchos el valor actual de más de 11.000 puntos puede darles vértigo.
En esta situación, un inversor que esté deseando invertir en bolsa pero todavía esté indeciso, tiene tres alternativas. La primera es asumir que debe pagar un precio más alto por las acciones porque en su momento no aceptó la incertidumbre que representaba una presidencia francesa contraria al euro. A cambio, ahora puede invertir en un contexto de menor riesgo. Lo mismo vale si la razón para mantenerse al margen del mercado bursátil era la falta de claridad que había respecto a los estados financieros de las empresas antes de febrero de 2017.
La segunda alternativa es esperar una corrección, por ejemplo hacia los 10.500 puntos, que supondría una caída del 5% respecto de los 11.135 puntos del 5 de mayo. Si bien es un hecho probable, el problema es que si dicha corrección no tiene lugar, uno puede encontrarse en el futuro comprando acciones a precios todavía más altos.
De cualquiera de las maneras, se está asumiendo un riesgo. Si se compra ahora, el riesgo es perder la oportunidad de comprar más barato. Si se espera, el riesgo es comprar más tarde a precios más altos. Hay que elegir cuál de los dos riesgos es preferible.
La tercera alternativa es abstraerse de las condiciones del mercado y del nivel alcanzado por los índices y fijarse únicamente en valores individuales. Si uno cree que unas acciones son ahora mismo una buena inversión, no hay razón para demorar la compra.
Yo creo que la clave es guiarse por fundamentales. Estamos actualmente mucho mejor en crecimiento económico y con menos incertidumbre que en mayo de 2015, cuando el Ibex cotizaba al mismo nivel que ahora.
En mi opinión, queda subida aunque está claro, como bien dices, que habrá una corrección que de suelo a nuevas subidas.
Un saludo
Hola Sergio
Efectivamente, hace justo dos años el IBEX estaba a los niveles actuales o por encima, mientras que los beneficios de 2014 fueron bastante inferiores a los de 2016.
Saludos
Carlos