¿Es cierto que los grandes inversores se aprovechan de los pequeños?

Recientemente he leído en un libro que “los [inversores] profesionales son capaces de sacar a los aficionados una cantidad considerable de dinero“. Una nota indica que estudios realizados en Taiwan han demostrado que “la transferencia de capitales de los individuos a las instituciones financieras asciende a un asombroso 2,2% del PIB“.

Ciertamente, muchas formas de inversión acaban suponiendo un grave quebranto para el inversor particular, por ejemplo los contratos por diferencias (CFDs). Una de las empresas más populares para negociar con este tipo de activo, advierte, por obligación legal, que “los CFD son instrumentos complejos y están asociados a un riesgo elevado de perder dinero rápidamente debido al apalancamiento. El 73% de las cuentas de inversores minoristas pierden dinero en la comercialización con CFD con este proveedor. Debe considerar si comprende el funcionamiento de los CFD y si puede permitirse asumir un riesgo elevado de perder su dinero.“ Otros proveedores de CFDs advierten de que el porcentaje de inversores que pierde dinero con ellos es del 82%.

¿Ocurre lo mismo en la bolsa?

Sin embargo, quisiera centrar esta cuestión en el ámbito de la inversión bursátil “clásica“, o sea en el simple negocio de comprar, mantener y vender acciones del modo tradicional, sin acudir a opciones, derivados u otros productos financieros complejos. 

Los mercados financieros permiten que cada inversor sea libre de comprar y vender los valores o activos que quiera y cuando quiera. Cuando esto no es factible de forma directa, como en el caso de las materias primas, es posible hacerlo a través de fondos de inversión. Lo único que cambia es el importe de las operaciones y unas condiciones de acceso más ventajosas para los inversores de mayor capital, principalmente comisiones más bajas.

Lo que sí es cierto es que en épocas de crisis bursátil, muchos inversores particulares venden sus acciones en el peor momento, ya sea porque no resisten perder más o por falta de liquidez. Pero esas acciones vendidas a precio de saldo pueden pasar a manos de cualquier tipo de inversor, por lo que no sería exacto decir que pasan únicamente de los pequeños a los grandes. En todo caso, aunque así fuera, no habría una voluntad expresa por parte de los grandes de “aprovecharse de“ los pequeños sino que los primeros simplemente estarían aprovechando la oportunidad de comprar a buenos precios. De aquí la importancia que tiene para un inversor particular conocer la evolución cíclica de los mercados, no invertir el dinero que vaya a necesitar a corto plazo y disponer de liquidez en tiempos de crisis. 

Todo es cuestión de estrategia

Existe otra circunstancia que favorece el trasvase de acciones de calidad de los inversores particulares a los profesionales: se trata de la tendencia de los primeros a vender demasiado pronto las acciones en las que están ganando, que suelen ser las mejores. Pero tampoco en este caso podemos afirmar que unos se estén aprovechando de otros, puesto que cualquier inversor puede decidir mantener sus mejores acciones de forma indefinida. 

También se da la circunstancia, complementaria de la anterior, de que los inversores particulares tienden a mantener largo tiempo, incluso para siempre, las acciones en las que pierden, que suelen ser las peores. De modo agregado, acumulan un gran número de acciones perdedoras que no salen al mercado, actúan como “custodios“ de las mismas y “libran“ a los profesionales de adquirirlas. En este sentido, los inversores profesionales saben bien que, al menos de vez en cuando, conviene vender acciones en minusvalía para compensar plusvalías y rebajar la factura fiscal. 

Un inversor particular puede llevar a cabo las estrategias de los mejores inversores: diversificar, comprar acciones de calidad, mantener los valores ganadores. Sorprende, en cambio, que los mejores cometan a veces errores de principiante tras una larga carrera de éxitos, como le ha ocurrido a Carl Icahn, el “amo del universo“ según el libro Money: Master The Game. Entre 2013 y 2020, Icahn perdió el 52% de su capital invirtiendo en la bolsa estadounidense, que en el mismo período se revalorizó un 134%. Durante la crisis financiera de 2008, descubrimos atónitos que los cinco mayores bancos de inversión de Estados Unidos cometieron el error que solo las personas sin conocimiento alguno de finanzas pueden cometer: una concentración excesiva del capital en un único producto, en concreto títulos respaldados por hipotecas basura. Uno de ellos quebró, dos de ellos fueron salvados de la quiebra por sendos bancos comerciales y otros dos fueron rescatados por el Estado.

En lo que se refiere a la inversión en acciones, nada impide a un inversor particular actuar del mismo modo que un profesional aunque sea a su propia escala. Por su parte, los grandes inversores están a merced de cometer los mismos errores que los principiantes y cuando lo hacen, lo hacen a su propia escala.

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2 comentarios sobre “¿Es cierto que los grandes inversores se aprovechan de los pequeños?

  • En la bolsa los grandes inversores se aprovechan de los pequeños. De muchas maneras. Cuando venden porque ya han ganado, no encuentran comprador y acaban por desesperación a poner la orden: al día siguiente, a mercado. Convirtiendo la operación ganadora en perdedora.

  • Los grandes inversores tienen los mejores asesores.
    Mi equipo de futbol nunca podría tutear al Madrid o Barcelona.

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