En enero de 2016 inicié el seguimiento de una nueva versión de las carteras Término Medio, Valor y Valor Al Alza, de manera que dichas selecciones no contuvieran ninguna empresa entre las menos solventes del IBEX-35. Esta iniciativa estuvo motivada ante el progresivo deterioro de la solvencia de algunos valores que componen el índice, lo que a mi juicio puede distorsionar el espíritu original con el que diseñé las carteras.
El resultado en los dos primeros trimestres de 2016 y el balance del primer semestre se indica en el siguiente cuadro. Puede observarse que las versiones Solvente han superado sus respectivas versiones originales, en particular la Término Medio en el segundo trimestre. Parece que, efectivamente, el deterioro del balance que se observa en las cuentas de algunas empresas relevantes hace recomendable evitar los valores peor posicionados en los rankings de solvencia.
La solvencia de una empresa puede estimarse a partir del ratio que relaciona su deuda financiera neta con su beneficio operativo. En general, un dato superior a 7 invita a la prudencia, aunque hay que tener en cuenta también el coste que la empresa paga por su deuda y el grado de recurrencia de sus resultados. Otro criterio clave es el que relaciona los gastos financieros netos y el beneficio de explotación. Cuando más de la tercera parte de este se va en pagar intereses debemos extremar la precaución, aunque también en este caso hay que tener en cuenta la calidad y recurrencia del beneficio y el tipo de negocio.