En el momento actual, el IBEX 35 (que cotiza a unos 7.400 puntos) tiene un rendimiento medio por dividendo del 3,90%, que se acerca a los niveles de 2018 de más del 4%. Hay que remontarse hasta 2012 para encontrar un rendimiento claramente superior (5,61% al final del año).
El rendimiento medio de los diez primeros valores del ranking es del 7,81%, que se acerca al máximo de diez años alcanzado en 2020.

Puede argumentarse que con la inflación actual del 10,5%, un rendimiento del 4% no es comparable con el mismo rendimiento con una inflación del 1,2%, como la que había al final de 2018. En realidad, este razonamiento no es correcto. Si el rendimiento nominal es del 4% y la inflación es del 10,5%, eso no significa que el rendimiento real sea de -6,5%. En el caso del tipo de interés, sí sería cierto porque el interés es una renta fija.
En lo que respecta al rendimiento por dividendo, la magnitud real depende del crecimiento de las remuneraciones pagadas por las acciones. Supongamos que tengo unas acciones que valen 1.000 € y que hoy me pagan un dividendo de 80 €: el rendimiento nominal es del 8%. Imaginemos que con esos 80 € puedo comprar una cesta determinada de productos. Supongamos que dentro de un año, la misma cesta de la compra se ha encarecido un 10%, por lo que cuesta 88 €, pero que los dividendos de mis acciones han subido el mismo porcentaje, de modo que me pagan 88 €. En ese caso, el rendimiento real habrá sido también del 8%, igual que el nominal.
Llegaríamos al mismo resultado si tanto la inflación como la tasa de crecimiento del dividendo fueran del 2%. De hecho, si el dividendo disminuyera pero la inflación fuera negativa en el mismo porcentaje, el rendimiento real seguiría siendo del 8%. En cambio, si tuviera un título que me pagara un interés del 8% anual y si la inflación fuera negativa en un 2%, mi interés real sería del 10%.
Creo que lo he entendido. A ver si lo puedo explicar con otras palabras.
Para comparar la inflación con los dividendos, no hay que fijarse en la rentabilidad por dividendo, sino EN EL % DE INCREMENTO DE DIVIDENDO con respecto del año anterior.
Es decir, no hay que fijarse si da un 4% de dividendo (con respecto al valor de cotización de ese mormento), sino fijarse en el importe «real del dividendo».
Si el año pasado me dieron 100 € y este me dan 110€, el dividendo se incrementa un 10% y ese incremento es el que habría que comparar con la inflación.
¿es así?
Hay que fijarse en tres magnitudes: el rendimiento nominal, el aumento del dividendo y la inflación. La clave aquí es que las acciones son títulos no amortizables, a diferencia de los títulos de deuda, que te los devuelven al valor nominal, el cual se deprecia con la inflación.
Si la renta de un título no amortizable (o de un bien inmueble) crece igual que la inflación, el rendimiento real es igual al nominal. Si cobras un alquiler por una casa, ocurre lo mismo. Si el dividendo (o el alquiler) crece menos que la inflación, la renta se deprecia algo, pero no el capital.
En un título de renta fija, si has comprado por 100 y dentro de un año te devuelven 104 pero la inflación ha sido del 4%, el valor real del interés es un poco menos que 4€ (es 3,85€) pero el valor real del capital es 96,15€. La suma de ambos es 100€, de modo que la ganancia real es 0.