La bolsa y las carteras en enero de 2016

Contexto internacional

El primer mes del año estuvo marcado por la fuerte caída de la bolsa china y del petróleo. El índice SSE 180 con dividendos de la bolsa de Shanghai perdió un 21,10%, el peor resultado entre 44 bolsas internacionales de países desarrollados o emergentes, más negativo incluso que el de la atribulada Grecia, debido a las dudas sobre la sostenibilidad del modelo de crecimiento económico del país.

Prácticamente ninguna bolsa internacional escapó de las pérdidas en moneda local (la turca fue la mejor, con un nimio 0,2%).

En principio la evolución del petróleo puede ser vista como positiva para los países importadores, al aumentar los ingresos disponibles de las familias pero sobre todo porque aumenta los ingresos fiscales de las maltrechas haciendas públicas. Recordemos que solo una mínima parte de la caída del precio del petróleo se traslada al precio del combustible, de modo que se incrementa el margen para el Estado.

Sin embargo, el abaratamiento de la materia prima está poniendo a varios países al borde de la insolvencia. Se trata de países que han confiado demasiado en una única fuente de ingresos y que no se han preocupado de diversificar suficientemente su economía. Existe la posibilidad de que el Fondo Monetario Internacional deba acudir al rescate de Azerbaiyán, Venezuela, Nigeria e incluso Brasil, que a su vez podría tener que rescatar a la petrolera nacional Petrobras. El temor a una cadena de rescates en serie tiene a los mercados atenazados.

Rusia es otro de los países que está sufriendo con la “devaluación“ de su principal recurso. Así, tenemos que tres de los BRIC (Brasil, Rusia, India y China), los grandes emergentes de la economía mundial, están pasando por serias dificultades. De hecho, esos cuatro países conforman la peor zona del mundo en cuanto a rentabilidad bursátil, agravada por la depreciación de las divisas de todos ellos.

Los desafíos planteados por el petróleo no acaban aquí. Se especula con la posibilidad de una nueva crisis bancaria en Estados Unidos provocada por la gran cantidad de créditos otorgados a la industria petrolera americana en los días de auge de esa materia prima para la aplicación del fracking, una tecnología de extracción muy costosa y que necesita un petróleo a unos 60 dólares el barril para ser rentable.

Por si fuera poco, la banca italiana se ha convertido en un nuevo quebradero de cabeza. Los principales bancos cotizados han caído una media de alrededor del 20% debido a que no han conseguido reducir su elevada tasa de morosidad. Dado que el gobierno italiano tiene una deuda pública que supera el 130% del PIB, carece de recursos para nuevos rescates, de modo que es muy probable que los depositantes de esos bancos acaben por perder una parte de sus ahorros.

La bolsa en España

En la bolsa española, los valores más afectados fueron los bancos, con Popular, Bankia, Santander y Caixabank perdiendo entre un 13% y un 17%, aunque el Sabadell fue a contracorriente y ganó un 2%.

Destacó Gamesa gracias a su posible fusión con la filial de energía eólica de la compañía alemana Siemens. Como sector, el mejor fue el energético, excluyendo a Repsol. Endesa, Enagás, Red Eléctrica y Gas Natural tuvieron una rentabilidad combinada del -0,94%, mientras que el IBEX-35 con dividendos cayó un 7,17%.

A pesar de la incertidumbre, no hubo “vuelo hacia la calidad“. Los doce valores de la “lista negra“, formada por las doce empresas menos solventes del IBEX, perdieron un 6,78%, mientras que las once empresas que podemos considerar de más calidad del selectivo perdieron solo algo menos.

Evolución de las carteras

Ocho de las nueve carteras de Invertir Low Cost lograron alguna ventaja frente a su referencia, el IBEX Empresas, que a su vez perdió menos que el IBEX-35 con dividendos. La mejor fue la Contrapunto, con una rentabilidad negativa del 3,65%.

Si contamos las nuevas versiones, la mejor fue la Valor Al Alza Solvente, pues solo perdió un 2,05%.

La cartera de George Soros en España perdió un 8,92% debido al elevado peso que tienen los bancos en la misma.

La cartera “Analistas Optimistas“, formada por los valores más recomendados por los expertos, lo hizo mejor que el mercado, aunque lo mismo puede decirse de la “Analistas Pesimistas“. En cambio, la “Analistas Indiferentes“, que suele ser mejor que las dos anteriores, lo ha hecho peor este mes.