La rentabilidad sobre recursos propios

Vamos a ver si resulta una buena estrategia comprar los valores de las sociedades cuyos recursos propios tienen una mayor rentabilidad. En teoría debería serlo, ¿no? Si una empresa obtiene una buena rentabilidad de su capital, comprar sus acciones debería ser rentable para nuestro propio capital.

A veces, por «capital» de una sociedad se entiende la suma de sus recursos propios. Los recursos propios están formados, de un lado, por el capital original que la sociedad invirtió en el momento de su constitución y las sucesivas ampliaciones de capital que haya podido realizar a lo largo del tiempo (o sea, el capital social) y, de otro lado, por los beneficios que ha ido acumulando la entidad desde su fundación y que no han sido distribuidos (reservas). De forma abreviada, se dice que los recursos o fondos propios es la suma del capital y las reservas.

En la práctica, los recursos propios es un mero concepto contable: el patrimonio neto atribuible a la sociedad, o sea la diferencia entre el valor de su activo y el valor de su pasivo menos la parte de esa diferencia que es atribuible a accionistas minoritarios de las filiales de la sociedad matriz o dominante.

La rentabilidad sobre recursos propios se conoce con el nombre de ROE (Return On Equity). Se calcula dividiendo el beneficio neto atribuible a la sociedad por el patrimonio neto atribuible a la misma.

El beneficio neto atribuible es un concepto contable que nace de la consolidación de cuentas. Cuando una sociedad matriz tiene más del 50% de otra sociedad, que entonces recibe el nombre de dependiente, suma todos los beneficios de la filial a los suyos propios. Pero una parte de esos beneficios pertenecen en realidad a los accionistas minoritarios de la filial. Entonces en la cuenta de resultados se hace un ajuste mediante la partida denominada «beneficio neto atribuible a accionistas minoritarios» o «intereses minoritarios», que se resta del beneficio neto. La diferencia es el beneficio neto atribuible a la sociedad dominante, o simplemente beneficio neto atribuible.

La ROE es una medida de rentabilidad corporativa que permite comparar empresas y entidades financieras. No así la rentabilidad por activos (ROA), que no tiene sentido en los bancos porque gran parte del activo de los bancos es dinero que la gente les debe.

Parece buena idea comprar acciones de entidades que obtengan un elevado beneficio en relación a los recursos propios que manejan. Eso puede significar que son más eficientes que las que necesitan un nivel superior de recursos propios para generar el mismo nivel de beneficio. Veremos si los datos corroboran esta impresión.

Los resultados se presentan en la columna 7 de la siguiente tabla: 100 euros invertidos el 31 de marzo de 2006 en los siete valores con mayor ROE de entre los 35 del IBEX se hubieran convertido en 98,7 euros el 31 de marzo de 2012 frente a 82,7 euros de una cartera con los 35 valores del IBEX a partes iguales y los 90,5 euros de una cartera con las mismas ponderaciones que el IBEX. Representa un 19% más en seis años, lo cual representa una ventaja de un 3% anual.

Fecha inicial

Fecha final

IBEX-35

Media 35 valores

7 valores mayor ROE

100,0 €

100,0 €

100,0 €

31 mar-2006

30 sep-2006

11,2%

111,2 €

9,2%

109,2 €

-0,3%

99,7 €

30 sep-2006

31 mar-2007

14,7%

127,5 €

19,0%

129,9 €

14,8%

114,4 €

31 mar-2007

30 sep-2007

1,3%

129,2 €

-6,4%

121,6 €

-6,5%

107,0 €

30 sep-2007

31 mar-2008

-7,7%

119,3 €

-10,7%

108,7 €

-16,8%

89,0 €

31 mar-2008

30 sep-2008

-15,1%

101,3 €

-19,2%

87,7 €

-27,1%

64,9 €

30 sep-2008

31 mar-2009

-26,8%

74,1 €

-26,1%

64,9 €

-8,7%

59,2 €

31 mar-2009

30 sep-2009

55,5%

115,2 €

60,3%

104,0 €

71,0%

101,3 €

30 sep-2009

31 mar-2010

-5,6%

108,8 €

-3,5%

100,4 €

6,6%

107,9 €

31 mar-2010

30 sep-2010

-0,2%

108,6 €

-7,5%

92,9 €

3,0%

111,2 €

30 sep-2010

31 mar-2011

3,2%

112,0 €

13,3%

105,2 €

3,2%

114,8 €

31 mar-2011

30 sep-2011

-16,4%

93,7 €

-20,5%

83,6 €

-16,2%

96,2 €

30 sep-2011

31 mar-2012

-3,4%

90,5 €

-1,1%

82,7 €

2,7%

98,7 €

El segundo grupo de valores, aquellos que estaban entre la posición octava y decimocuarta, hubiera generado una rentabilidad más significativa: 100 euros del 31 de marzo de 2006 se hubieran convertido en 121 euros seis años después. Esto puede ser porque en ocasiones una ROE elevada se debe a una insuficiencia de recursos propios, de modo que una sociedad con un valor del activo sólo ligeramente superior al valor de sus deudas puede presentar una ROE alta sin que ello signifique que su negocio sea rentable.

En cambio, sí resulta recomendable evitar una cartera compuesta por las sociedades que presentan una ROE más reducida. Una cartera invertida en los 7 valores con menor ROE hubiera convertido cada 100 euros invertidos el 31 de marzo de 2006 en solo 60 euros seis años después.

Si dividimos los 35 valores del IBEX en dos grupos, uno formado por los 14 primeros valores por ROE y el otro formado por los 21 valores siguientes, observamos que el primer grupo tuvo un comportamiento mucho mejor que el segundo. Así, 100 euros invertidos en una cartera compuesta por los 14 valores con mayor ROE se convirtieron en 110 euros seis años después pero en solo 64,5 euros si se hubieran invertido en una cartera formada por los 21 valores con menor ROE.

El grupo de los 14 valores con mayor ROE generò una rentabilidad media del 1,60% anual frente a la pérdida de -3,12% anual de la media del mercado, lo que supone una ventaja del 4,72% anual.

Otras estrategias a examen:

El rendimiento por dividendo

La relación entre el precio y el valor contable

Comprar las acciones que más caen

La relación precio-beneficio

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