El verdadero beneficio del Banco Santander en 2018

El Banco Santander obtuvo un beneficio neto atribuido de 7.810 millones de euros en 2018. Este concepto es habitualmente sinónimo de “beneficio atribuido a los accionistas“ pero en este caso conviene hacer una puntualización.

La entidad tiene 23.820 millones de euros en pasivos subordinados, de los cuales 345 millones de euros en acciones preferentes y 9.717 millones de euros en participaciones preferentes. Las participaciones preferentes son productos híbridos porque a pesar de ser deuda se consideran instrumentos de patrimonio. Como indica el propio banco, “su retribución está condicionada a la obtención de beneficios distribuibles suficientes“, es decir, solo se pagan si se pueden pagar, igual que los dividendos. Así, que a efectos prácticos se consideran equivalentes a las acciones ordinarias, de modo que los intereses que se pagan por las mismas no se consideran gastos financieros.

Lo primero que vemos al calcular el beneficio por acción de la entidad es una incongruencia. Si dividimos los 7.810 millones de euros por el número medio de acciones en circulación, incluyendo las que tienen efectos dilutivos (16.193 millones), obtenemos un beneficio por acción de 0,482 €. Sin embargo, en el informe remitido a la CNMV, en la presentación de resultados y en el Informe financiero consolidado, la entidad da un dato de 0,448 €, un 7% menos.

La explicación la encontramos en el Informe de auditoría y cuentas anuales consolidadas. De los 7.810 millones de beneficio atribuido se restan 560 millones de euros de retribuciones correspondientes a los titulares de participaciones preferentes contingentemente convertibles en acciones ordinarias. Estos títulos computan a efectos de recursos propios como capital de nivel 1 adicional. Se trata de participaciones perpetuas que pueden ser recompradas por el emisor en ciertas circunstancias, cuya remuneración es discrecional (se paga si se quiere) y que serán convertidas en acciones ordinarias de nueva emisión en caso de que el banco presente un ratio de capital inferior al exigido por las normas de solvencia.

De este modo, el beneficio atribuido a los accionistas de Banco Santander fue de 7.250 millones de euros. Al dividir por el número medio de acciones en circulación más las dilutivas, se obtiene un beneficio por acción de 0,448 €.

La retribución de las preferentes va aumentando cada año. En 2015 fue de 276 millones de euros, por lo que se ha duplicado entre 2015 y 2018.

El beneficio por acción teniendo en cuenta este ajuste fue de 0,396 € en 2015, como se ve en la tabla siguiente, obtenida del Informe de auditoría y cuentas anuales de 2017. Por tanto, el crecimiento de esta magnitud ha sido del 13% entre 2015 y 2018, un 4,2% anual.

La tabla siguiente indica la evolución del beneficio por acción de la entidad entre 2006 y 2018.

Banco Santander, ¿una historia de éxito?

 

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